Covid-19

¿Qué es el COVID-19?

La enfermedad por coronavirus (COVID-19) es una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2.  Es una enfermedad causada por un virus que se descubrió a principios de enero de 2020 en China y se identificó como miembro de la familia de los coronavirus.

Como todos los virus, el SARS-CoV-2 necesita células de seres vivos para multiplicarse. Este virus apunta a las células de los pulmones y a otras células del sistema respiratorio.

¿Cómo se transmite el COVID-19?

La enfermedad COVID-19 se transmite a través de gotas de saliva que se propagan al toser y pueden ser respiradas o infectar superficies que las personas tocan.

¿Qué síntomas presenta el COVID-19?

El coronavirus (COVID-19) afecta el sistema respiratorio. Los síntomas principales incluyen:

• Debilidad general
• Fiebre y tos
• En un estadio más avanzado, neumonía y dificultad para respirar

Las secreciones nasales y los estornudos, que a menudo se ven en otras enfermedades respiratorias como la gripe o un resfriado, están ausentes en los pacientes con COVID-19.

La mayoría de las personas infectadas por el virus experimentan una enfermedad respiratoria de leve a moderada y se recuperarán sin requerir un tratamiento especial.

Sin embargo, algunas personas pueden enfermar gravemente y requerir atención médica.

Las personas mayores y las que padecen enfermedades subyacentes, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades respiratorias crónicas o cáncer, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave.

Tal como afirma la Organización Mundial de la Salud, cualquier persona, de cualquier edad, puede contraer COVID-19 y enfermar gravemente o morir.

¿Cómo se previene el COVID-19?

La mejor manera de prevenir y ralentizar la transmisión es estar bien informado sobre la enfermedad y cómo se propaga el virus.

Es importante protegerse a uno mismo y a las demás personas a través de las siguientes medidas de control de infecciones:

• Llevar una mascarilla bien ajustada que cubra nariz y boca
• Lavarse las manos o limpiarlas con un desinfectante de base alcohólica con frecuencia
• Mantener una distancia mínima de un metro de las demás personas
• Evitar lugares llenos de gente y grandes reuniones
• Vacunarse cuando se le indique

A su vez, es importante adoptar buenas prácticas respiratorias, por ejemplo, cubriéndose la nariz y boca con la parte interior del codo al toser y estornudar.

Sumado a ello, debe aislarse si está enfermo y sospecha que podría tener COVID-19 pero todavía no tiene los resultados de la prueba de detección.

¿Cómo se diagnostica el COVID-19?

Actualmente, alrededor del mundo, se realizan pruebas virales para saber si una persona presenta una infección en curso por SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19. Se analizan muestras extraídas de su nariz o boca. 

Hay dos tipos de pruebas virales:

• Las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR)
• Las pruebas de antígenos

A las pruebas de PCR se las considera el estándar a seguir para la detección del COVID-19. Son un tipo de prueba de amplificación de ácido nucleico (NAAT), que tienen más probabilidades de detectar el virus que las pruebas de antígenos. Los resultados podrían demorar hasta 3 días. 

Por su parte, las pruebas de antígeno son pruebas rápidas que suelen brindar resultados en 15 a 30 minutos. Los resultados positivos son muy precisos y confiables. Sin embargo, en general, las pruebas de antígeno tienen menos probabilidades de detectar el virus que las pruebas de PCR, especialmente cuando no hay síntomas.

Si el resultado de su prueba de COVID-19 es positivo, usted debe:

• Aislarse y tomar precauciones, como usar una mascarilla, para proteger a otras personas y evitar que se infecten.
• Informar a las personas con las que tuvo contacto en el último tiempo que pueden haber estado expuestas.
• Estar atento a la aparición de síntomas. Si tiene algún signo de advertencia de emergencia, busque servicios médicos de emergencia de inmediato.

Si usted tiene síntomas, hágase una prueba inmediatamente.

Si no tiene síntomas y ha estado expuesto al virus que causa el COVID-19, espere al menos 5 días completos después de la exposición antes de realizarse una prueba.

Respuesta de Médicos Sin Fronteras

Iniciamos nuestras primeras actividades en respuesta a la pandemia de COVID-19 en enero de 2020. Desde que la misma comenzó, nuestra respuesta se centró en tres principales ejes:

• Apoyar a las autoridades sanitarias para ofrecer atención a los pacientes con COVID-19
• Proteger a las personas vulnerables y en riesgo
• Mantener en funcionamiento los servicios médicos esenciales

En todos nuestros proyectos, hemos mejorado las medidas de prevención y de control de infecciones para proteger a los pacientes y al personal, y así evitar una mayor propagación del nuevo coronavirus.

Es imprescindible proteger al personal sanitario y a los pacientes, tanto en los centros de atención de COVID-19 como en todos los demás centros que prestan servicios médicos esenciales. El objetivo, evitar que los centros de salud intensifiquen la pandemia o se vean obligados a cerrar sus puertas.

En la actualidad, la mayoría de las actividades relacionadas con COVID-19 se han integrado a nuestros proyectos regulares, aunque mantenemos algunos proyectos centrados en el COVID-19.

Los lugares donde llevamos esto a cabo depende mucho del contexto: la situación epidemiológica local, las necesidades locales de salud y nuestros propios recursos.

Nuestros equipos respondieron a los brotes de COVID-19 en más de 70 países.

En Europa y Estados Unidos nuestra respuesta se centró en mejorar la atención de las personas más vulnerables y en riesgo, como las personas mayores que están en residencias para ancianos, las personas sin hogar, y los migrantes que viven en circunstancias precarias.

En España, Italia, Bélgica y Francia, también brindamos apoyo a varios hospitales que se han visto desbordados por el número de pacientes con COVID-19.

Según las necesidades específicas, nuestra asistencia abarca desde el asesoramiento y la capacitación sobre métodos de prevención y control de infecciones hasta la creación de pabellones para pacientes que se recuperan del COVID-19 y para pacientes con síntomas moderados de la enfermedad.

Asimismo, nuestros equipos prestaron asistencia a comunidades vulnerables en otros lugares, como Brasil, donde realizamos consultas médicas y ayudamos a detectar personas con COVID-19 entre personas sin hogar, migrantes, refugiados. 

Del mismo modo, hemos atendido a pacientes en centros exclusivos de COVID-19 en Burkina Faso, República Democrática del Congo (RDC), Camerún, Costa de Marfil, Mali y Pakistán, y desarrollamos más centros exclusivos de COVID-19 en Kenia, Líbano, Níger, Filipinas, Senegal, Siria y Yemen, entre otros.