Un hospital gestionado por nuestros compañeros en Mocha, suroeste de Yemen, fue parcialmente destruido en la noche de ayer miércoles 6 de noviembre, cuando un ataque aéreo alcanzó a los edificios circundantes, entre los que se encontraba un almacén militar.
En el momento del ataque, alrededor de 30 pacientes y 35 empleados se encontraban en el hospital. Afortunadamente, no se reportaron víctimas entre ellos. Todos fueron evacuados rápidamente. La mayoría de los pacientes estables pudieron abandonar el área por su cuenta, mientras que algunos pacientes críticos, incluidos dos recién nacidos, fueron transferidos por equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) a otro hospital en Moca.
El hospital quedó gravemente dañado por las explosiones y el incendio que provocó el ataque. La farmacia del hospital se incendió y los edificios de oficinas han quedado destruidos. De todos modos, aún no se han evaluado los daños en algunos de los edificios técnicos, como el que alberga el generador de energía. Las ventanas de las salas del hospital quedaron destrozadas por el efecto de las explosiones.
Las actividades médicas en el hospital se han suspendido y una parte del equipo médico se trasladará a la ciudad de Adén, al sur del país. Debido al riesgo de que haya dispositivos sin detonar en el área afectada, será necesario realizar actividades de desminado antes de que pueda reiniciarse cualquier actividad.
La ubicación del hospital se había comunicado previamente a las partes en conflicto y a las autoridades, y era conocida por todos los actores en el área desde que el hospital abrió sus puertas en 2018. Médicos Sin Fronteras recuerda una vez más que todas las partes en conflicto deben tomar de manera proactiva las medidas necesarias para evitar dañar las instalaciones médicas.
“Ha sido una suerte que ningún paciente ni integrante de nuestro personal resultara afectado en este ataque; podría haber sido una carnicería”, asevera Caroline Seguin, responsable de MSF en Yemen. «Ahora, con el hospital fuera de servicio, las personas en la zona carecen de una atención médica muy necesaria, que a menudo salva vidas».