Los repetidos ataques y violaciones armadas contra las instalaciones de salud apoyadas por Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad de Taiz, en el suroeste de Yemen, devastado por la guerra, están comprometiendo nuestra capacidad de brindar atención médica efectiva a la población yemení.
Entre 2018 y 2020, MSF registró al menos 40 incidentes de violencia contra un recinto que apoyamos, el Hospital General Al-Thawra, así como a su personal y sus pacientes; incluyendo tiroteos dentro o cerca de las instalaciones del hospital. Los edificios y estructuras hospitalarias fueron golpeadas en más de 15 veces por fuego de armas pequeñas y bombardeos durante este período, y hubo casi 10 incidentes de personal médico que resultó hostigado y atacado.
Desde MSF renovamos nuestro llamado a todas las partes beligerantes a que tomen todas las medidas necesarias para respetar las instalaciones de salud y los hospitales como espacios humanitarios, y que pongan fin a los ataques indiscriminados y otras violaciones.
«Nuestro espacio humanitario está amenazado por las reiteradas violaciones cometidas por las diferentes partes beligerantes en Taiz», asevera Corinne Benazech, directora de operaciones de MSF en Yemen. «En el Hospital Al-Thawra, el personal ya no se siente seguro en lo que debería ser un espacio protegido, y los pacientes evitan ir al hospital, temiendo por sus vidas, incluso cuando es su única opción viable para recibir atención médica».
Se considera que el Hospital General Al-Thawra es el hospital público más grande de la ciudad de Taiz. Ha sido golpeado por bombardeos indiscriminados de las fuerzas armadas del grupo Ansar Allah y ha sufrido violaciones armadas cometidas por grupos armados vinculados al gobierno de Yemen reconocido internacionalmente.
Tales ataques, además, han alejado al personal médico del hospital, pues buscan un trabajo «más seguro» en otros lugares. «Como personal médico, su vida se ve amenazada en todo momento dentro de este hospital», dice Hashem, un integrante del Hospital Al-Thawra. “La mayoría del personal médico se fue después de los numerosos ataques que ocurrieron. Solo queda un especialista en ortopedia y dos especialistas en cirugía general. El resto de los especialistas ya no están aquí.»
En una serie de incidentes particularmente impactantes, incluyendo uno en octubre de 2019 y otro en enero de 2020, intrusos armados mataron a pacientes que recibían atención médica dentro del hospital. Los ataques llevaron a la suspensión de las actividades de MSF en múltiples ocasiones, y a las decisiones tomadas por la gerencia de Al-Thawra de cerrar departamentos del hospital, impidiendo que las personas accedan a la atención médica vital.
Aunque la tasa de bombardeos aéreos y fuego de artillería que impactó las instalaciones médicas en Taiz disminuyó en 2019, los recientes bombardeos que golpearon el hospital confirman que los episodios de violencia continúan siendo una gran preocupación. Los actos de violencia directos e indirectos contra las instalaciones médicas no solo ponen en peligro la vida del personal médico y de los pacientes, sino que también imponen barreras adicionales a un sistema de salud ya limitado y frágil.
A principios de este mes, estallaron combates en el lado este de la ciudad de Taiz y rápidamente se extendieron a la ciudad, los bombardeos llegaron a impactar las zonas residenciales. El 13 de marzo, la sala de urgencias del Hospital Al-Thawra recibió a ocho personas que habían muerto durante los actos violentos de ese día. El mismo hospital fue alcanzado varias veces por los bombardeos ese mismo día.
Solo una semana antes, el 5 de marzo, ocurrió un incidente similar cuando el laboratorio general del hospital resultó dañado y un integrante del personal médico resultó herido. Los grupos armados fuera de la ciudad deben cesar todos el fuego indiscriminados en la ciudad de Taiz, y los grupos armados dentro de la ciudad también deben, en la medida de lo posible, evitar ubicar sitios militares cerca de áreas densamente pobladas. Desde MSF hemos planteado este problema con las autoridades pertinentes, pero desafortunadamente nuestras advertencias han sido ignoradas.
«Las acciones de las partes beligerantes demuestran claramente un desprecio flagrante por el estatus de neutralidad de los hospitales y espacios médicos», asevera Benazech.
“Todos los días, el personal médico toma decisiones valientes para continuar brindando atención médica a pesar de los riesgos, en beneficio de los pacientes yemeníes que dependen de esta atención. Todas las partes involucradas en este conflicto tienen la responsabilidad, bajo el Derecho Internacional Humanitario, de garantizar que los civiles y la infraestructura civil, incluidos los hospitales, sean respetados y protegidos”, concluye.