Teobaldo Navarro tiene 61 años y un caballo que se llama Camastrón. Vive en una zona aislada del estado Sucre, al noreste de Venezuela, y en los últimos días ha tenido problemas de salud. Entonces, decidió ensillar a su Camastrón y cabalgar durante dos horas, para llegar al ambulatorio rural más cercano en la comunidad de Coicual, donde un equipo médico apoyado por Médicos Sin Fronteras (MSF) lo recibió, lo evaluó y le dio tratamiento médico.
Como Teolbaldo, son muchas las personas en el estado Sucre que requieren asistencia médica y para fortalecer el sistema de salud en la zona, la organización médico humanitaria comenzó a trabajar en el 2019 junto a las autoridades locales en un plan dedicado a reducir la malaria, una de las principales enfermedades presentes en la entidad. Rápidamente, el proyecto fue creciendo y lo que comenzó con un programa diseñado principalmente para apoyar al Instituto de Salud Ambiental del estado, se fue ampliando para potenciar otras áreas que requerían asistencia sanitaria.
Hoy, luego de casi dos años y tras comprobar el robustecimiento de áreas en que la organización estuvo enfocada como atención primaria, secundaria y disminución de la malaria, MSF concluye el proceso de traspaso de sus actividades a la organización médica Médicos del Mundo. La decisión responde a las características de la organización que intenta disponer de sus recursos en lugares donde hay muchas necesidades y pocos actores que puedan brindar soporte.
El plan de traspaso de actividades comenzó de manera gradual desde el mes de septiembre hasta principios de octubre, cuando la organización Médicos del Mundo tomó completamente las actividades de salud primaria y secundaria, control de malaria y agua y saneamiento en los centros que MSF apoyaba en Sucre. MSF continuó realizando donaciones puntuales de medicamentos e insumos médicos hasta este mes de marzo, cuando además hizo entrega formal de dos incineradores de alta temperatura a los hospitales Antonio Patricio de Alcalá de Cumaná y Santos Aníbal Domici de Carúpano, para dar destino final a todos los desechos y residuos médicos procedentes de estos centros de salud según su clasificación – biológicos, médico quirúrgicos, corto-punzantes y vidrios-, y evitar enfermedades infecciosas a personal médico, pacientes y la propia comunidad que vive en los alrededores.
“Supimos del interés que tenía Médicos del Mundo, institución de amplia trayectoria humanitaria, por trabajar en el estado y apoyar a las personas en condiciones de vulnerabilidad, y lo vimos como una buena oportunidad no solo para dar continuidad al trabajo que MSF ha venido realizando en la zona, sino también para enfocar nuestros esfuerzos en otras poblaciones del país que se encuentran desasistidas y que requieren de asistencia médica”, explica Diana Sánchez, Coordinadora de MSF en el Proyecto Sucre, quien además señala que el período que la organización estuvo trabajando en la entidad, fue posible comprobar mejoras en el sistema de salud pública estatal.
Menos casos de malaria
Luego de trabajar de la mano con el Instituto de Salud Ambiental en los focos calientes de Yaguaraparo, Coicual, Putucual, Guaca, Caño Ajíes, Agua Clarita y San Vicente, donde la presencia de malaria resultaba elevada, se evidenció una considerable disminución de casos.
Desde el año 2019 y hasta la fecha, la incidencia de casos de la enfermedad en las zonas donde MSF estuvo presente y trabajó en colaboración con las autoridades locales, ha disminuido en un 80 %. En el primer semestre del año 2019 se reportaban 8.566 casos de la enfermedad en estas áreas, mientras que en el 2021 se reportaron 1.641 durante el mismo período. Una fórmula que ha sido fundamental para la obtención de estos resultados en apoyo al Instituto de Malariología ha sido la implementación de tres ejes de trabajo: diagnóstico y tratamiento, control vectorial y promoción de la salud.
Sistema de salud más fuerte
La organización además estuvo brindando soporte a los ambulatorios de Coicucual, Putucual, Caño Ajíes, Agua Clarita, Guaca y San Vicente y a los hospitales de Yaguaraparo, Carúpano y Cumaná, a través de rehabilitación y adecuación de infraestructura, mejoras relacionadas con agua y saneamiento, implementación de estrategias dirigidas a la prevención y el control de infecciones y construcción y adecuación de áreas específicamente diseñadas para la gestión de desechos médicos.
Estos trabajos han permitido robustecer las estructuras de salud, para garantizar una atención de calidad a los pacientes y prevenir y controlar posibles infecciones no solo a quienes requieren atención médica, sino también al personal sanitario que labora en estos sitios.
Adicionalmente, MSF estuvo apoyando con provisión de insumos y medicamentos, entrenamientos al personal, dotación de insumos de laboratorio, fortalecimiento de consultas médicas, incluidas las de planificación familiar, diagnósticos y tratamientos de enfermedades como malaria, actividades de control vectorial y promoción de la salud.
Atención materna disponible
Impulsar el desarrollo de un programa de ruta materna en los ambulatorios y hospitales donde MSF estuvo presente también fue una de las prioridades de la organización. Esta prestó acompañamiento en consultas de pacientes para reforzar que se cumplieran los protocolos médicos y garantizar la atención adecuada.
Asimismo, realizó adecuaciones estructurales para que los centros de salud estuviesen preparados para la atención de este tipo y suministró vitaminas y pruebas y reactivos para la realización de exámenes médicos pre y postnatales. Durante el primer semestre del 2021, MSF brindó apoyo en la realización de más de 5.200 consultas prenatales, casi 2.000 partos y 4.964 pruebas rápidas de hemoglobina, VIH, sífilis y hepatitis B.
Acceso a la salud
Desde febrero de 2019 hasta octubre de 2021, cuando MSF culminó su proceso de traspaso de actividades, la organización brindó soporte a ocho estructuras de salud pública; apoyó la realización de 64.562 consultas de atención médica, de las cuales 20.400 estuvieron relacionadas con salud sexual y reproductiva; realizó 46.151 pruebas de malaria y diagnosticó 18.233 casos positivos; distribuyó 8.500 mosquiteros; sensibilizó a 87.261 personas a través de promoción de la salud; hizo 2.671 capacitaciones al personal médico y no médico, y donó 11.540.006 medicamentos y artículos médicos a estructuras de salud.
Jesús Fermín, Técnico de Farmacia de MSF en Sucre, ha trabajado en este proyecto desde su inicio y hoy en el marco del traspaso de actividades, recuerda el impacto que ha tenido la labor de MSF en el estado. Uno de los casos que más le conmueve es el de uno de los ambulatorios rurales apoyados: «San Vicente fue el primer lugar que visité para evaluar las necesidades y cómo podíamos apoyar a la farmacia del ambulatorio. Dos años después, me llena de emoción recordar esa visita. Ahora vas a San Vicente y ves un área con condiciones de almacenamiento, con los medicamentos necesarios. Eso te da la satisfacción de que estás ayudando a esa y muchas poblaciones que buscan atención médica allí«, relata Fermín.
MSF basa sus operaciones donde hay necesidades de atención médica e intenta priorizar aquellas comunidades vulnerables con mayores necesidades. La organización mantiene su compromiso de garantizar que poblaciones vulnerables de otras zonas de Venezuela tengan acceso a servicios sanitarios gratuitos y de calidad, es así como continúa trabajando en los estados Amazonas, Anzoátegui, Bolívar y Táchira.