Los grupos armados en Sudán deben respetar la acción médica y humanitaria para preservar la seguridad de los pacientes, el personal y las instalaciones de salud en todo el país. Hacemos este llamamiento tras una incursión violenta en un centro de salud que apoyamos en el estado de Darfur Central que dejó a un miembro de nuestro personal herido.
Enfrentamientos entre elementos de dos cuerpos distintos de las fuerzas de seguridad sudanesas en el estado de Darfur Central condujeron a varios soldados armados de ambos grupos a entrar de forma violenta en un centro de salud apoyado por Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad de Rokero durante la tarde del jueves 14 de mayo.
Durante la disputa, hubo disparos y un enfermero de MSF, así como un hombre uniformado, resultaron gravemente heridos por fuego cruzado.
Hemos reducido las actividades en Rokero a solo atención médica esencial para casos de riesgo de vida, mientras hacemos un llamamiento a todos los grupos armados, incluidas las fuerzas de seguridad, a respetar las instalaciones de salud y los hospitales como espacios humanitarios, y a poner fin a las intrusiones que amenazan la vida de los trabajadores de la salud, pacientes y cuidadores.
«Todas las partes tienen la responsabilidad de garantizar que se respete la infraestructura y el personal médicos».
«Estas acciones de las partes armadas demuestran un desprecio flagrante por la neutralidad de los hospitales y espacios médicos», dice Julia Paulsson, jefa de misión de MSF en Sudán.
Hemos contactado a las autoridades sudanesas en todos los niveles, incluido el Ministerio de Salud, la Comisión de Ayuda Humanitaria y otras autoridades de seguridad, para expresar nuestra indignación ante este incidente y hacer un seguimiento de la situación.
«Nos entristece el incidente y exigimos al gobierno y las entidades involucradas que garanticen la seguridad del personal y los pacientes para que nuestros servicios continúen», añade Paulsson. «En MSF seguimos comprometidos a continuar prestando asistencia médica esencial a la gente de Rokero y Darfur Central, pero es necesario garantizar que estas situaciones inaceptables no se repitan».
Aprovechamos la oportunidad para reiterar la necesidad de que todos, incluidos los grupos armados estatales y no estatales, así como los civiles, respeten la acción médica y humanitaria en el país.
Se han producido varios otros incidentes en Jartum y en otras partes de Sudán durante las últimas semanas, incluidos ataques violentos contra trabajadores de la salud y hospitales en medio de los temores derivados de la crisis COVID-19.