Las comunidades de Masafer Yatta (sur de Cisjordania) y los Territorios Palestinos Ocupados se encuentran gravemente afectadas por las medidas que ejerce Israel en la región.
Vivir con el miedo constante a un desalojo, ver sus casas demolidas o sufrir la restricción de movimientos: estos son algunos de los obstáculos a los que se enfrenta la población diariamente.
Para visibilizar el escenario preocupante que atraviesan las comunidades locales, hemos elaborado el informe (en inglés) “La vida insoportable: repercusiones sanitarias de las medidas israelíes de desalojo forzoso de los residentes de Masafer Yatta”. En él describimos la enorme presión que ejercen las autoridades israelíes para obligar a los residentes a abandonar la zona y las consecuencias que ello contrae para su salud física y mental.
“Si pierdo mi tierra, pierdo mi vida”, se lamenta Youssef, habitante de la aldea de Al-Majaz, en Masafer Yatta.
Su desgarrador testimonio devela hasta qué punto está en juego la supervivencia de las comunidades afectadas.
«Un día, nos veremos obligados a irnos, porque no quedará nada», residente de Al Jinba, Masafer Yatta.
© Juan Carlos Tomasi/MSF.
El desafío de acceder a la asistencia médica en los Territorios Palestinos Ocupados
Nuestro informe revela que a los pacientes se les niega sistemáticamente el acceso a las aldeas donde prestamos servicios médicos si su documento de identidad indica que proceden de otro lugar.
En otros casos, las ambulancias que intentan acceder a Masafer Yatta sufren retrasos o incluso son bloqueadas, y los residentes que tratan de llegar a los hospitales son retenidos en los puestos de control y se enfrentan a largos retrasos.
“Hace tres semanas, esperamos durante dos horas bajo una lluvia intensa con un recién nacido en el puesto de control”, sostiene Zeina, miembro de la comunidad de Jinba, Masafer Yatta.
Muchos residentes denuncian que el acceso precario a la atención médica en Masafer Yatta ha obligado a las personas más vulnerables (mujeres embarazadas o pacientes con dolencias crónicas o enfermedades graves) a abandonar sus hogares y familias para trasladarse a Yatta, una ciudad cercana.
«Siento miedo, un miedo inmenso, ¿existe una palabra mayor que miedo para expresar cómo me siento?», expresa Amal, residente en Jinba, Masafer Yatta.
© Juan Carlos Tomasi/MSF.
Aumenta la demanda de salud mental en las comunidades palestinas
Las medidas de las autoridades israelíes obligan a la población a vivir en constante temor por su seguridad y las familias se sienten incapaces de proteger a sus hijos.
Un padre relata que su hijo se despertó en plena noche cuando un soldado armado y un perro entraron en su dormitorio. Otras familias manifestaron sentirse desesperadas e impotentes cuando sus hijos volvían de la escuela y veían que la casa familiar había sido demolida.
“Lo peor son las incursiones domiciliarias de los soldados. En medio de la noche, de repente, están en tu casa. Todo el mundo tiene que salir: hombres, mujeres, niños, y son separados. Los soldados buscan en todas las casas y en los cobertizos de animales. Y, entonces, todos son interrogados, hasta los niños”, expresa Yasser, miembro de la comunidad de Umm Al-Khair, Masafer Yatta.
“Estamos como en una cárcel. Ni siquiera la familia puede visitarnos”, comenta Lama, residente en Jinba, Masafer Yatta.
Vivir en condiciones tan difíciles está afectando gravemente a la salud mental de la población. Nuestros equipos móviles que brindan atención médica y asistencia en salud mental a la población de Masafer Yatta desde 2021, alertan sobre la urgente necesidad de prestar apoyo psicosocial a las comunidades de la región.
“Sientes que vas a explotar, te quitaron algo y no puedes hacer nada”, señala Samar, residente de Sha’b al Butum, Masafer Yatta, tras la demolición de su casa el día anterior.
Nuestro informe resalta un fuerte aumento de la demanda de servicios de salud mental entre los residentes que sufrieron allanamientos de morada y demoliciones.
Tras estos incidentes en 2022, más de la mitad de los pacientes que atendimos presentaron síntomas psicosomáticos. Uno de cada cuatro mostró síntomas postraumáticos, y dos de cada tres describieron tener síntomas depresivos.
© Juan Carlos Tomasi/MSF.“Lo que han hecho, lo que hemos visto, impactará a los niños durante años. En una hora rompieron esperanzas y sueños”, afirma Issa, director de la escuela derruida en Isfey Al-Fauqa, Masafer Yatta.
“Durante el último año, hemos visto de primera mano el impacto de un entorno cada vez más represivo en la salud física y mental de la población de Masafer Yatta”, afirma Cantero. “Como organización médica humanitaria, denunciamos las políticas israelíes y pedimos a las autoridades de Israel que suspendan inmediatamente el plan de desalojo y cesen la aplicación de medidas que restringen el acceso de la población palestina de Masafer Yatta a los servicios básicos, incluida la atención médica. Hay que poner fin a este sufrimiento innecesario”.
“Para una mujer embarazada, es cuestión de suerte. Si puede llegar al hospital [sin ser devuelta en un puesto de control], entonces estará a salvo. Si no, dará a luz en el camino. Dios nos ayude”, expresa Raghda, residente en Umm Qussa, Masafer Yatta.
Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que tome medidas urgentes y necesarias para proteger a la población de Masafer Yatta y garantizar el respeto de los derechos humanos.