Esto ocurre mientras se han intensificado los bombardeos y el fuego de artillería en esta zona. En tan sólo tres días, los ataques han destrozado o dañado parcialmente 13 hospitales y clínicas apoyadas de manera permanente o puntual por MSF. El cerco a Guta del este está impidiendo que el personal médico y sanitario reciba instrumental esencial para salvar vidas. Este asedio no hace otra cosa que minar el sistema sanitario cuando resulta más vital.
El volumen de muertos y heridos ya venía siendo alto en Guta del este. Hasta el pasado domingo 18 de febrero, los hospitales y clínicas apoyadas por MSF habían reportado más de 1.600 heridos y 237 muertos.
El aumento de los ataques ha provocado 1.285 heridos y 237 muertos en tan sólo dos días y medio, según los reportes iniciales de 10 instalaciones médicas apoyadas por MSF y 8 a las que la organización ha estado proveyendo materiales de cuidados de urgencia.
Estas cifras se recogieron entre el 18 de febrero y la mañana del 21 de febrero, y son solo una parte de las pérdidas humanas producidas por los bombardeos, ya que el resto de centros médicos han tratado también una cifra relevante de heridos que aumentaba hora tras hora.
“La necesidad de atención médica y vital ahora en Guta del este es la más urgente de la que tenemos noticia desde que empezó la guerra”, explica Lorena Bilbao, responsable de operaciones de MSF en Siria.
“Podemos mantener el suministro de instrumental básico a los centros que apoyamos regularmente, así como realizar donaciones puntuales a otros centros que lo necesiten. Pero hay materiales a los que no tenemos acceso que supondrían una gran mejoría al trabajo de los médicos sirios en terreno. Hacemos una petición a aquellos dentro y alrededor de Guta oriental que disponen de suministros médicos para que garanticen urgentemente el acceso a estos stocks a los médicos de este lugar. De ellos dependen muchas vidas”.
El asedio a Guta del este está impidiendo que suficiente material médico, que ahora mismo resulta vital, llegue a manos de los médicos. Incluso en las escasas ocasiones en que se permite el acceso a los convoyes de Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), artículos como por ejemplo anestésicos son sistemáticamente prohibidos o confiscados. Hay algunos stocks médicos dentro de Guta del este a los que los médicos no tienen acceso actualmente.
Aunque MSF continúa con capacidad de suministrar material médico y fármacos esenciales, el cerco a Guta Oriental hace que este suministro resulte precario. Además, si el asedio continúa, los stocks de MSF terminarán por agotarse.
Así, en estos momentos MSF cuenta con suministros de bolsas de líquido intravenoso suficientes para cubrir alrededor de 200 casos de trauma severo y 2.000 casos moderados, y suturas para el tratamiento de heridas o cirugía para entre 2.000 y 3.000 pacientes. Pero MSF y las instalaciones que MSF apoya se han quedado completamente sin suministros de bolsas de sangre, medicamentos anestésicos generales y antibióticos por vía intravenosa, que son fundamentales para cirugías mayores. Esta falta de suministros médicos esenciales resulta extremadamente alarmante, particularmente si la intensidad del conflicto continúa en los niveles actuales.
MSF hace un llamamiento urgente al Gobierno de Siria y a todas las demás partes en conflicto, y a los comerciantes de Guta del este que puedan estar almacenando artículos médicos, para que estos suministros estén disponibles de inmediato para las instalaciones.
De conformidad con el Derecho Internacional Humanitario, MSF reitera su llamamiento para que se respete y se garantice la seguridad del personal médico, los pacientes y las instalaciones médicas e insiste en la necesidad de que se permitan evacuaciones médicas de Guta Oriental para pacientes críticos.
MSF gestiona directamente cinco centros de salud y tres equipos de clínicas móviles en el norte de Siria, y apoya a otras cinco instalaciones. MSF también brinda apoyo a distancia a alrededor de 50 estructuras de salud en todo el país en áreas donde los equipos no pueden estar presentes directamente, incluido el apoyo regular a 11 instalaciones en Guta Oriental, así como donaciones médicas de emergencia a otros centros cuando se necesitan urgentemente. Ningún miembro de MSF está presente en las instalaciones apoyadas. MSF no cuenta con proyectos en las zonas de Siria controladas por el Estado Islámico, ya que no se han obtenido garantías de seguridad e imparcialidad por parte de sus líderes. Así mismo, MSF no puede trabajar en áreas controladas por el Gobierno, ya que todas las solicitudes que ha hecho la organización desde el inicio de la guerra hasta ahora han sido denegadas. Para asegurar su independencia de cualquier presión política, MSF no acepta fondos de ningún gobierno para su trabajo en Siria.