Cientos de miles de personas han sido desplazadas y más de medio millón en la ciudad de Goma se han quedado sin acceso a agua potable tras la erupción del Monte Nyiragongo, en la provincia de Kivu del Norte en la República Democrática del Congo (RDC).
Nuestros equipos responden a la emergencia, pero otras organizaciones humanitarias deberían intervenir urgentemente para ayudar a satisfacer las necesidades básicas de las personas en estos momentos.
“Estamos atendiendo las necesidades inmediatas de las personas desplazadas, pero no es suficiente”, explica Magali Roudaut, nuestra jefa de misión en la República Democrática del Congo. “Se debe proporcionar urgentemente más agua potable porque el cólera es endémico en la zona y representa una gran amenaza para las personas, incluyendo a quienes viven en las comunidades de acogida ”.
“Hay necesidades urgentes que aún no han sido satisfechas. Se necesitan alimentos, letrinas, refugios, mantas y bidones de agua”, dice Roudaut. «Exigimos el apoyo urgente de otras organizaciones humanitarias para ayudar a las personas».
Medio millón de personas desplazadas sin acceso a agua potable
El Monte Nyiragongo, considerado el volcán más peligroso en África, hizo erupción el 22 de mayo cerca de la ciudad de Goma. Hasta el momento se reportan 31 personas fallecidas como consecuencia directa o indirecta de la erupción, de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH).
Varios edificios han sufrido daños graves o se han derrumbado, incluyendo estructuras sanitarias y sistemas de suministro de agua y electricidad en algunas zonas de la ciudad. Más de 500.000 personas se han visto privadas de acceso al agua potable, ya que el depósito principal de Goma y las tuberías resultaron dañadas durante la erupción.
Alrededor de 400.000 personas han sido desplazadas y están en movimiento por temor a la continua actividad sísmica y volcánica. “Hemos visto un flujo constante de personas que salen de Goma con colchonetas y otras pertenencias”, dice Roudaut. «Van en coche o a pie hacia Sake, una ciudad a 25 kilómetros al oeste de Goma; también van hacia Rutshuru y Minova, o en barco a Bukavu».
Algunas personas también han cruzado la frontera hacia Rwanda. A pesar de que los movimientos poblacionales disminuyeron hacia principios de la semana, la orden de las autoridades de evacuar parcialmente la ciudad de Goma el 27 de mayo causó la salida de cientos de miles de personas más.
Nuestros equipos están brindando asistencia a las personas desplazadas en Sake, donde entre 100.000 y 180.000 personas están reunidas en iglesias, escuelas, mezquitas e incluso en las calles, buscando agua, comida, refugio y atención médica.
Brindamos atención médica y prevenimos el cólera
Nos estamos enfocando en prevenir la propagación del cólera y tratar a los pacientes con la enfermedad, Además, nuestros equipos realizan actividades de vigilancia epidemiológica y distribuyen agua potable, ampliando la capacidad de almacenamiento a 125.000 litros que pueden ser proporcionados por camiones en función del consumo diario de las personas.
También estamos brindando atención médica a las personas en centros de salud y hospitales respaldados por Médicos Sin Fronteras (MSF). Nuestros equipos realizaron 202 consultas tan solo en el primer día de nuestra respuesta de emergencia en Sake.
Tres personas del asentamiento de desplazados internos fueron admitidas en el centro de tratamiento del cólera con casos sospechosos, pero todos los resultados de las pruebas dieron negativo. No obstante, esto resalta el riesgo de cólera para las personas en Sake.
Proporcionamos atención médica y servicios esenciales en Kivu del Norte
Desde MSF también proporcionamos acceso a instalaciones de higiene y saneamiento en Goma, donde nuestros equipos construyen letrinas para las personas desplazadas. Hemos donado 100 colchonetas al Hospital Provincial de Goma para mejorar las condiciones hospitalarias. En la carretera entre Goma y Rutshuru, apoyamos a las clínicas existentes y hemos instalado una sala de emergencia adicional a unos seis kilómetros de distancia del flujo de lava.
En Rutshuru, Kivu del Norte, que alberga a unas 25.000 personas desplazadas, nuestros equipos están apoyando al hospital y dos centros de salud en el barrio. Brindamos atención médica básica y derivamos los casos más complicados al hospital de Rutshuru. La mayoría de las emergencias médicas están relacionadas con accidentes de tráfico que han ocurrido mientras las personas intentaban huir, pero también con casos de intoxicación por gases volcánicos. Algunas personas han reportado tener síntomas como dolores de cabeza, dolor en los ojos y problemas respiratorios.
También estamos trabajando para limitar el impacto del desastre en los pacientes a quienes asistimos en los 12 proyectos que apoyamos en coordinación con el Ministerio de Salud en las provincias de Kivu del Norte, Kivu del Sur y Maniema. La provincia de Ituri, donde estamos presentes en cuatro zonas sanitarias, también se ha visto afectada por las consecuencias de la erupción volcánica, ya que depende del aeropuerto de Goma. El cierre del aeropuerto de Goma nos obliga a reconsiderar las rutas de suministro de equipos y medicamentos, pero también para el movimiento de nuestros equipos. Estas rutas se evalúan constantemente para garantizar la continuidad de la atención médica que brindamos en estas zonas de salud.