Tras los bombardeos israelíes a gran escala de varias zonas del Líbano el lunes 23 de septiembre, estamos intensificando gradualmente nuestra respuesta a las crecientes necesidades humanitarias mediante la prestación de atención médica primaria y la distribución de insumos de asistencia esenciales a la población desplazada. Según el Ministerio de Salud, 558 personas murieron y 1.835 resultaron heridas, y miles más se vieron obligadas a huir de sus hogares para buscar refugio en otras partes del país.
Nuestros equipos están distribuyendo artículos como colchones y kits de higiene a refugios colectivos en todo el país, y nuestras unidades médicas móviles brindan atención médica primaria y en salud mental en los refugios para quienes las necesitan. Además, estamos gestionando líneas telefónicas de ayuda en salud mental, ofreciendo apoyo psicológico a las personas desplazadas y afectadas por esta situación.
Además, seguimos trabajando en estrecha coordinación con redes hospitalarias, ofreciendo apoyo cuando es posible a medida que evoluciona la situación.
Desde ayer, parte de nuestro personal en el sur del Líbano, Beirut y otras partes del país abandonó sus hogares, y la gente huyó y pasó horas en congestiones de tráfico mientras buscaba refugio en lugares más seguros. En el sur del Líbano y Baalbek-Hermel, zonas que siguen sufriendo intensos ataques aéreos, nuestro personal informó de bombardeos en las inmediaciones de sus casas. Muchos de nuestros trabajadores seguían refugiados en sus casas, mientras los aviones de guerra israelíes seguían sobrevolando la zona durante toda la noche.