Los enfrentamientos entre el ejército de República Democrática del Congo, el Movimiento 23 de Marzo (M23) y los numerosos grupos armados de Kivu del Norte llevó a más de un millón de personas a huir de sus hogares desde marzo de 2022.
Más de 600.000 han encontrado refugio en campamento de desplazados a las afueras de la ciudad de Goma, donde las condiciones suelen ser de hacinamiento e insalubridad.
Del 17 al 30 de abril de 2023, nuestros equipos atendieron a 674 víctimas de violencia sexual en Bulengo, Lushagala, Kanyaruchinya, Eloime, Munigi y Rusayo. Este último, situado al oeste de Goma, se convirtió en uno de los campos de desplazados más densamente poblado, albergando a más de 360 personas.
Estas cifras son probablemente inferiores al número real de personas afectadas por la violencia sexual, ya que sólo tienen en cuenta las consultas realizadas por nuestros equipos en los campos en los que estamos presentes.
«Cada día, un aproximado de 48 nuevas víctimas de violencia sexual son atendidas por nuestros equipos en los campos de desplazados», afirma Jason Rizzo, coordinador de emergencias de nuestra organización en Kivu del Norte.
«Durante meses, nuestros equipos han tratado un elevado número de casos, pero nunca antes a la escala catastrófica de las últimas semanas. Casi el 60% de las víctimas se presentan en las 72 horas siguientes al ataque, lo que demuestra que se trata de una emergencia médica y humanitaria continua”.
Persisten los ataques hacia las mujeres desplazadas en República Democrática del Congo
Casi todas las víctimas de violencia sexual atendidas por nuestros equipos son mujeres. La mayoría relata haber sido atacada mientras buscaba comida o leña fuera de los campos de desplazados. En Rusayo, Bulengo y Kanyaruchinya, más de la mitad de las víctimas también denunciaron haber sido atacadas por hombres armados.
«Después de llegar aquí, uno de mis hijos empezó a mostrar signos de desnutrición. No podía quedarme de brazos cruzados. Decidí ir al bosque a recoger leña para venderla y poder comprar comida. Fue entonces cuando me topé con unos bandidos que me atacaron», cuenta una mujer desplazada que vive en el campo de Rusayo.
La escasez de ayuda humanitaria profundiza la vulnerabilidad de los desplazados
A pesar de que diversas organizaciones humanitarias y de socorro han incrementado sus actividades en las últimas semanas, las condiciones de vida en los campos de los alrededores de Goma siguen siendo desastrosas y las personas que viven allí carecen de lo más básico, como alimentos, letrinas, agua y cobijo.
La crítica escasez de ayuda humanitaria aumenta la vulnerabilidad de los desplazados y agrava el riesgo de violencia del que pueden ser objeto.
«Es urgente mejorar las condiciones de vida de la población en los campos. Deben garantizarse las necesidades básicas, como el acceso a alimentos, agua y saneamiento. Hay que proporcionar medidas de protección para mantener a las mujeres, en particular, fuera de peligro», afirma Rizzo.
Desde mayo de 2022, nuestros equipos trabajan en los campos de desplazados en los alrededores de Goma, prestando asistencia médica y psicológica gratuita a todas las víctimas de violencia sexual. Para evitar complicaciones médicas relacionadas con la agresión sexual, es esencial que las víctimas se presenten en un centro de salud en las 72 horas siguientes al ataque para recibir la atención médica adecuada.
A su vez, hemos respondido a los brotes de cólera y sarampión en algunos campos, organizando campañas de vacunación. Del mismo modo, trabajamos en Sake y Kayna, en la provincia de Kivu del Norte, y en Minova, en Kivu del Sur, para mejorar el acceso a la atención sanitaria en estas zonas, donde también se han refugiado decenas de miles de desplazados
En Kivu del Norte, seguimos prestando atención médica esencial gratuita en Rutshuru, Kibirizi, Bambo, Binza, Mweso, Masisi y Walikale.