La noche del pasado domingo 20 de mayo, un grupo de hombres armados entraron en el pueblo de Mapolo, en la región de Kasai (República Democrática del Congo) y mataron a 12 personas, según fuentes oficiales.
Nuestros equipos en la zona trataron poco después a 20 heridos, entre ellos siete niños, en el hospital de Kakenge, a unos 10 kilómetros de distancia.
“Los ataques hirieron a mujeres, niños y hombres”, relata Alessandro Tuzza, nuestro coordinador general en Kakenge. “Entre los 20 heridos que tratamos, tres sufrían heridas y bala, y otros 17 heridas de machete. Uno de ellos era un niño de 3 meses con quemaduras de segundo grado, y otro era un anciano de 65 años con una fractura en el antebrazo”, añade.
Ahora, nuestros pacientes se encuentran estables y están recibiendo cuidados médicos. Los pacientes más graves están siendo transferidos a la ciudad de Kananga porque necesitan cirugía debido a la gravedad de sus lesiones.
La gran región de Kasai, con un tamaño similar a Italia, atraviesa una crisis humanitaria desde 2016, fruto de una ola de violencia entre las fuerzas armadas congoleños y las milicias. Aunque está violencia es esporádica, cientos de miles de personas siguen desplazadas.
Desde abril de 2018, apoyamos el Hospital General de Kakenge y los centros de salud cercanos para asistir a miles de desplazados internos. En enero pasado, el hospital sufrió el ataque a cargo de un grupo de milicianos.
“Este ataque es el mayor incidente después de varios meses de relativa calma”, dice Tuzza tras señalar que, desde principios de mayo, a raíz de un descenso de la violencia, “vimos cómo cientos de personas empezaron a regresar a la ciudad”. No obstante, “aún hay gente que se esconden en el bosque y esperamos que sigan viniendo”.
A lo largo de las últimas seis semanas, nuestros equipos móviles llevaron a cabo más de 5.800 consultas en la zona de Kakenge, admitieron a 160 pacientes y trataron a al menos 111 niños con desnutrición.
Entre junio de 2017 y abril de 2018, lanzammos una intervención en Tshikapa, una ciudad de la provincia de Kasai, y las áreas rurales contiguas para asistir a las personas afectadas por el conflicto.