Desde mediados de mayo, miles de refugiados nigerianos que habían huido del conflicto entre Boko Haram y las fuerzas armadas de Nigeria hacia Camerún, donde han estado a salvo durante varios años. En un primer momento, fueron llevados al campo de desplazados de Banki, en Nigeria, donde las organizaciones humanitarias luchan cada día para cubrir las crecientes necesidades básicas.
El pasado lunes 22 de mayo, más de 1.300 personas se trasladaron desde Banki a Pulka, en el este de Nigeria, y otras 1.300 más llegaron el sábado 27.
Durante meses, este pequeño pueblo de 42.000 habitantes ha sido refugio de miles de desplazados, pero ahora sus dos campos de desplazados están al máximo de su capacidad, al igual que los hogares de la población que ha ido acogiendo a estas personas.
Debido a ello, más de 1.600 desplazados han estado viviendo los últimos meses en nuestro campamento, donde gestionamos un hospital.
Ahora mismo, Pulka es incapaz de acoger a nadie más debido a la escasez de agua y a la falta de refugio.