«La reciente propuesta de enviar a los pacientes a la Isla de Navidad para que reciban tratamiento médico y, en particular, atención en salud mental, es cruel y espantosa«, dice la doctora Christine Rufener, psicóloga clínica de Médicos Sin Fronteras (MSF). “Cuando las personas con síntomas de estrés postraumático están expuestas a circunstancias similares a las de un trauma previo, sus síntomas empeoran. Enviar a las personas de Nauru hacia la Isla de Navidad solo logrará eso”.
Durante los 11 meses en que brindaron atención en salud mental en Nauru, nuestros equipos registraron índices alarmantemente altos de depresión, ansiedad y estrés postraumático, así como de pensamientos suicidas e intentos de suicidio entre las personas que buscan refugio y asilo. Casi el 80% de estos pacientes explicaron que habían sido recluidos en centros de detención previa llegada a Nauru; el 91% de ellos fueron detenidos en la Isla de Navidad. La detención también fue la causa más común de trauma reportada por los pacientes de MSF.
Nuestra organización ha estado brindando un servicio psicológico de telesalud desde el 4 de febrero de 2019. Desde el lanzamiento del servicio, nuestros compañeors han recibido 40 solicitudes de apoyo que demuestran que las necesidades en la isla siguen siendo enormes. MSF sigue pidiendo la evacuación de los solicitantes de asilo y refugiados de Nauru, a un lugar donde no estén expuestos a los mismos factores estresantes que afectan y deterioran sus condiciones de salud mental.
“Para que estas personas se recuperen de sus afecciones de salud mental, necesitan acceso a un reasentamiento rápido y permanente, donde puedan recibir atención integral de salud mental en un entorno seguro y digno. La Isla de Navidad es lo opuesto a eso: es un lugar que ya ha traumatizado a cientos de personas y, sin duda, desencadenará síntomas de ansiedad y miedo en quienes han sido identificados como personas gravemente enfermas y se les ha indicado un tratamiento urgente e intensivo», concluye Rufener.