Nuestra campaña ‘SIVIS, sanar es posible’ acerca los servicios médicos y psicológicos a víctimas de violencia sexual en Acapulco (México). Buscamos ofrecer alivio físico y emocional y que, sobre todo los jóvenes, compartan sus miedos y aprendan a pedir ayuda. Porque una agresión sexual debe ser considerada una emergencia médica.
Con el fin de promover la atención a supervivientes de violencia sexual en toda la ciudad de Acapulco, en México, hemos lanzado la campaña SIVIS (Servicio Médico Integral frente a la Violencia Sexual). Bajo el lema ‘SIVIS: sanar es posible’, la campaña busca incitar a través de Facebook y otras redes sociales que los afectados pidan ayuda para recibir el tratamiento médico adecuado.
Por primera vez, esta campaña dispone del uso masivo de redes sociales para facilitar el acceso a los servicios, confidenciales y gratuitos, en la ciudad.
Iniciada en noviembre con la colaboración de la Secretaría de Salud, SIVIS cuenta con mensajes publicitarios más tradicionales, desplegados en bardas y carteles, ubicados en puntos estratégicos de la ciudad, así como en autobuses y carteleras.
También incluye la emisión de spots radiales, y dispone de la posibilidad de usar SMS y utilizar plataformas de redes sociales como Facebook, además de un sitio web para hacer cuanto más accesible posible la atención médica y psicológica a los afectados. La página web es www.sivis.mx y en Facebook https://www.facebook.com/sivis.mx/
“El objetivo de esta campaña es que las personas que hayan sido agredidas sepan que sí, sanar es posible, que existe un servicio gratuito y confidencial que les permitirá prevenir enfermedades y que pueden encontrar un alivio físico y emocional. No están solos, sanar se puede y estamos aquí para ayudarles”, comenta Noelia Monge, la coordinadora de nuestro proyecto en Acapulco.
Uno de los grupos que más nos preocupan son los más jóvenes: de ahí el énfasis en el uso de redes sociales con mayor popularidad como Facebook. “La información es indispensable. Especialmente los jóvenes, niños y niñas que han sufrido abuso sexual suelen sentir desconfianza hacia los adultos. En los espacios habilitados por MSF, aprenden a expresar lo que sienten, comparten sus miedos y sus dudas, y desarrollan la posibilidad de pedir ayuda”, apunta.
Más de la mitad eran menores
Desde 2016 y junto con el Ministerio de Salud, ofrecemos acompañamiento y atención médica y psicológica a supervivientes de violencia sexual en dos unidades hospitalarias de Acapulco. En 2017, de la mano de las autoridades del municipio, nuestros equipos atendieron 190 casos de agresión sexual.
El 52% eran menores de edad. Es el caso de Paz*, una niña de 14 años que vive con su padre en la ciudad y que a raíz de una violación quedó embarazada, dejó la escuela y comenzó a autolesionarse. Poco después, recurrió a nuestros servicios de MSF: “Me ayudaron con el embarazo. En todo momento estuvieron conmigo y eso fue un gran apoyo, tanto para mí como para mi papá, que no sabía qué hacer durante el parto. También regresé a la escuela. Me siento diferente y, aunque hay gente que aún me hace sentir incómoda, son más quienes me están ayudando. Ya estoy bien. Estoy feliz porque voy a seguir estudiando, tengo una beca”, reconoce.
Además de la atención directa y el tratamiento integral (médico, psicológico y de apoyo social) para los supervivientes, ofrece formaciones, charlas y talleres que buscan sensibilizar al personal de salud y a la población en general sobre los riesgos físicos y psicológicos que conlleva no recibir atención inmediata.
En muchas ocasiones, estas pacientes son estigmatizadas o se enfrentan a situaciones de revictimización cuando deciden denunciar o acudir a centros de salud. Nuestra campaña SIVIS pretende paliar el desconocimiento existente sobre los servicios disponibles en Acapulco para atajar los efectos de la violencia sexual.
“La colaboración de MSF ha fortalecido la atención médica en los casos de violencia sexual, ya que estos casos no querían ser atendidos por el personal médico de los hospitales, quienes negaban la atención por miedo y desconocimiento de los protocolos de atención”, añade la psicóloga Mirta Abarca Olivero, responsable del programa de violencia en Acapulco de la Secretaria de Salud del estado de Guerrero. Según comenta, “SIVIS es de suma importancia para dar a conocer a la población que existe un lugar donde pueden acudir y en el que se garantiza la atención médica y psicológica”.
“Una agresión sexual debe ser considerada una emergencia médica”, enfatiza Noelia Monge. “La atención dentro de las primeras 72 horas es crucial para una víctima de violación, ya que dentro de los primeros tres días se puede reducir el riesgo de infección por VIH y prevenir otras infecciones de transmisión sexual; así como el Tétanos, la Hepatitis B y C y embarazos no deseados. De ahí que cuantos más medios ofrezcamos a la población para ser convenientemente atendidos, mejor combatiremos esta emergencia, que en Acapulco, lamentablemente, está a la orden del día”.
*Nombre ficticio.