Todos los años MEDIO MILLÓN de personas llega a México huyendo de la pobreza y la violencia: HECHO
La mayoría huye de los países centroamericanos que forman la región conocida como el Triángulo Norte de Centroamérica (TNCA): Guatemala, El Salvador y Honduras.
Todos los migrantes que llegan a México son migrantes económicos: MITO
El nivel de violencia que experimenta la población de estos países centroamericanos no es diferente a vivir una guerra.
“La implacable violencia y el sufrimiento emocional padecido por estas personas no es diferente a lo que experimentan las poblaciones que se encuentran en zonas de conflicto donde hemos estado trabajando durante décadas”, afirma Bertrand Rossier, coordinador general de Médicos Sin Fronteras (MSF) en México.
“Asesinatos, secuestros, amenazas, reclutamiento por actores armados no estatales, extorsiones, violencia sexual y desaparición forzada son realidades propias de una guerra, pero también son situaciones que estas personas procedentes de la región de Centroamérica están sufriendo”.
Las tasas más recientes de muerte violenta en El Salvador han sido más elevadas que las de todos los países que sufren conflictos armados en la actualidad, con la excepción de Siria.
“Jugar con el miedo de la opinión pública y tratar a estas personas solo como un asunto económico o de seguridad, es tener una perspectiva acotada de la realidad. Estamos ante una crisis humanitaria, resulta ineludible la puesta en marcha de una acción coordinada y urgente que garantice que las personas en tránsito quedan a salvo de la violencia y la persecución, y que reciben protección internacional en lugar de más violencia. Además, que sean tratadas con dignidad y humanidad”
La mayoría de las personas que huyen de la violencia en Centroamérica no recibirá asilo en Estados Unidos o en México: HECHO
Solamente el 13% de los solicitantes recibe protección internacional en los EE. UU. Casi el 98% de los ciudadanos del TNCA detenidos por las autoridades mexicanas de inmigración en 2015 fueron deportados.
“Tratar de detener la migración reforzando las fronteras nacionales e incrementando las detenciones y las deportaciones –como hemos visto en México y en Estados Unidos–, ignora una crisis humanitaria real y no frena el contrabando y el tráfico». «Son estrategias que tienen unas consecuencias terribles en la vida y la salud de las personas en tránsito”, añade el coordinador general de Médicos Sin Fronteras en México.
Apelamos a los Gobiernos de la región –en especial a los de México, Canadá y Estados Unidos– para que garanticen alternativas a las detenciones y se adhieran a los principios de no expulsión. Estos países deberían incrementar sus cuotas formales de reasentamiento y reunificación familiar, de modo que las personas procedentes del TNCA que requieran protección internacional, incluido el asilo, puedan dejar de poner en riesgo su salud y su vida.
Una vez en México, los migrantes que huyen de la violencia están seguros: MITO
Dos tercios de los pacientes atendidos por MSF han sido víctimas de violencia mientras atravesaban México. Muchos migrantes nos informan de la violencia perpetrada por pandillas, grupos del crimen organizado o las propias autoridades mexicanas. Por miedo a la deportación, muchos no acuden a recibir la ayuda médica que necesitan.
La ruta migratoria de México es el corredor migratorio más grande del mundo: HECHO
El 92% de los migrantes tratados por MSF en esta ruta ha sido víctima de violencia. Uno de cada 10 migrantes recibe un diagnóstico de trastorno de estrés postraumático.
Un tercio de nuestras pacientes ha sufrido abusos sexuales.
Desde 2012, Médicos Sin Fronteras(MSF) brinda atención médica y salud mental en México a migrantes y refugiados de Honduras, Guatemala y El Salvador. MSF ha adaptado su estrategia de intervención a medida que la crisis ha avanzado y cambiado: desde el trabajo realizado en refugios de migrantes y en clínicas móviles a lo largo de las líneas ferroviarias, al llevarlo a cabo en varias localizaciones en la ruta de migrantes y en un centro para víctimas de violencia extrema en la Ciudad de México. Este centro abrió en 2016 como la última estrategia para responder a las necesidades médicas y humanitarias de las personas en tránsito.