Casi dos semanas después del paso del Huracán Otis por Acapulco y otros municipios cercanos en el Estado de Guerrero, en México, las necesidades médicas y humanitarias de la población afectada siguen siendo altas.
El fenómeno natural dejó decenas de personas muertas y desaparecidas, y causó graves daños a la infraestructura de la región. Cientos de miles de personas perdieron sus hogares y tienen acceso limitado al agua potable, saneamiento, alimentación y atención en salud.
La asistencia de Médicos Sin Fronteras tras el Huracán Otis en México
Desde que se conoció la emergencia, hemos estado monitoreando la situación y hemos entrado en contacto directo con las autoridades federales y estatales encargadas de la respuesta. En los últimos días, uno de nuestros equipos estuvo en el terreno haciendo una evaluación profunda de las necesidades humanitarias que enfrentan las personas sobrevivientes.
Durante su trabajo, encontraron que los servicios médicos no han sido totalmente restablecidos, especialmente en las zonas periféricas y rurales.
También identificaron un alto riesgo potencial de brotes de enfermedades infecciosas debido a las condiciones ambientales tras el paso del huracán, con inundaciones, deslizamientos de lodo, acumulación de escombros y de desechos en muchas zonas de Acapulco y los municipios aledaños.
La atención de la salud mental de la población sobreviviente es un gran reto debido a las múltiples pérdidas humanas y materiales causadas por Otis, así como la coordinación entre los diferentes actores para brindar una respuesta adecuada e inmediata.
Tras esta evaluación, hemos decidido comenzar una intervención para apoyar el restablecimiento de los servicios de salud en algunas de las zonas más afectadas por la emergencia. En los próximos días, en estrecha coordinación con las autoridades en diferentes niveles, nuestros equipos comenzarán actividades a través de una clínica móvil que brindará servicios de salud física, mental y promoción de la salud seis días a la semana en distintos lugares donde las necesidades son más urgentes.
Paralelamente a las actividades directas con la población, nuestro equipo continuará monitoreando el avance del proceso de restablecimiento de los puestos y centros de salud, así como de la situación epidemiológica y humanitaria en la zona, para adaptar sus labores y desplegarse hacia los lugares donde su presencia sea requerida.