Expresamos nuestro apoyo y solidaridad con las 12 personas rescatadas en el Mediterráneo central y con la tripulación del pesquero español Nuestra Madre de Loreto quienes, siguiendo un impulso humano y cumpliendo con la ley del mar, los han rescatado. Todos se encuentran ahora en una difícil situación médico-humanitaria, provocada por el bloqueo de las autoridades europeas.
“El gesto humano de salvar vidas debe estar acompañado, también, por la voluntad política de desembarcar cuanto antes a los rescatados en el puerto seguro más cercano,” declara David Noguera, presidente de Médicos Sin Fronteras-España.
“Conforme al derecho internacional, deben ser llevados a un lugar donde sus vidas no corran peligro y se atiendan sus derechos y necesidades básicas. Libia no es un país seguro para refugiados, migrantes y solicitantes de asilo, un hecho que reconfirmó el ACNUR en septiembre de este año.”
La situación del pesquero Nuestra Madre de Loreto es un espejo del drama humano que se vive en el Mediterráneo: faltan operaciones de rescate, la violencia, la extorsión, las detenciones arbitrarias y las peligrosas condiciones que padecen en Libia empujan a refugiados y migrantes a arriesgar sus vidas en el mar y los países de la Unión Europea impiden a estas personas vulnerables buscar un refugio seguro al tiempo que criminalizan a las organizaciones o individuos que las asisten.
Y todo esto sucede mientras nuestros equipos médicos están bloqueados. Nuestro barco Aquarius se encuentra paralizado en Marsella desde hace ya 55 días tras serle retirada la bandera en dos ocasiones en los últimos dos meses como resultado de una presión política que busca poner fin a las actividades de asistencia humanitaria en el Mediterráneo.
«Rescatamos a la gente porque somos seres humanos y es nuestra forma de expresar humanidad. Por eso ahora solicitamos al Gobierno de España que brinde con urgencia la bandera española al Aquarius, tal y como les hemos solicitado en una misiva, dándole así el necesario marco legal a nuestras operaciones de búsqueda y rescate. Es cada día más indispensable en el Mediterráneo central», añade David Noguera.