Médicos Sin Fronteras lanza este mes en Colombia una campaña que busca resaltar las principales características del trabajo humanitario de la organización. En cientos de paraderos de buses de las ciudades de Bogotá y Cali, así como en las redes sociales, estarán circulando varias imágenes que ilustran el compromiso de los profesionales de MSF por llevar asistencia médica a donde más se necesita.
“El COVID-19 puso a prueba al mundo entero, y en nuestro caso nos obligó a redoblar esfuerzos para poder responder a la pandemia sin descuidar los 436 proyectos regulares que llevamos adelante en más de 71 países”, comenta Josefina Martorell, directora de Médicos Sin Fronteras para América del Sur de habla hispana. “La campaña quiere mostrar algunas de las convicciones que impulsan la acción de nuestros profesionales en el terreno: sin fronteras, sin armas y sin resignación”.
Desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, MSF ha lanzado proyectos específicos en muchos de los países más afectados. Sin embargo, los equipos también han estado trabajando para mantener los servicios médicos regulares que brinda la organización, a medida que el virus afecta a las comunidades más vulnerables. Todo en un momento en que los bloqueos y las prohibiciones de viaje restringen el movimiento de médicos, personal y suministros.
“La idea de la campaña es transmitir los valores de la organización y de la ayuda humanitaria: estar allí donde ocurren las emergencias, a pesar de los desafíos, de manera neutral e imparcial, para salvar vidas y aliviar el sufrimiento”, comenta Martorell. “Sabemos, por décadas de experiencia en otros brotes epidémicos, que los efectos colaterales de estas crisis pueden ser devastadores y mantener los servicios de salud es vital para evitar perder aún más vidas, ya sea por malaria, sarampión, desnutrición, embarazos complicados, o afecciones crónicas, que pueden no diagnosticarse o experimentar interrupciones del tratamiento”.