El viernes 18 de febrero por la tarde, un ataque aéreo golpeó una pequeña aldea en el distrito de Madarounfa, en el sur de Níger y mató, al menos, a 12 personas, incluidos cuatro niños, e hirió a otras 16, según fuentes locales.
Nuestro personal en el hospital del distrito de Madarounfa apoyó a los equipos del Ministerio de Salud, proporcionando suministros médicos para tratar a siete niños heridos.
“Este es un evento horrible, sin precedentes en la región de Madarounfa”, afirma el Dr. Souley Harouna, representante de MSF en Níger. “Los equipos nos han informado de que los niños heridos sufrían fracturas abiertas y diversas heridas y lesiones postraumáticas. Ayudamos a realizar los primeros auxilios antes de trasladarlos al hospital de Maradi, pero algunos no sobrevivieron”.
Uno de los niños murió poco después de llegar a este hospital. Otros dos murieron tras ser trasladados al hospital regional de Maradi. Un cuarto niño, de 20 meses, murió en el bombardeo, según los supervivientes. Según varios informes, otros seis adultos murieron en el lugar del atentado y dos más murieron después de ser trasladadas al hospital de Maradi.
Según los supervivientes, un avión sobrevoló primero la aldea de Nachambé, cerca de Garin Kaoura, en el distrito de Madarounfa, situada a pocos kilómetros de la frontera con Nigeria y habitada por personas pertenecientes a la etnia peul. Luego, voló nuevamente arrojando municiones. Los testigos afirmaron que se trataba de un avión nigeriano que perseguía a hombres armados de un pueblo fronterizo que se habían refugiado en la escuela del pueblo.