Nuestros equipos y los de SOS Méditerranée habían sido alertados de la ubicación de los botes en peligro y distribuyeron chalecos salvavidas a los pasajeros en preparación para el rescate. Más de 20 pasajeros fueron llevados al Aquarius, el barco de búsqueda y rescate que gestionamos conjuntamente. Los demás pasajeros permanecieron en el bote en peligro,mientras que los equipos proporcionaban ayuda a otro bote que se encontraba en una situación más crítica.
Al mismo tiempo, se acercó un barco de la guardia costera libia con personal armado. “Dos integrantes de la guardia costera, uniformados y armados, subieron a uno de los botes de goma. Tomaron los teléfonos móviles, dinero y otras pertenencias de los pasajeros,” dice Annemarie Loof, de MSF.
“Las personas entraron en pánico y se sintieron amenazadas. Los pasajeros estaban aterrados por la conducta agresiva de la guardia costera libia”. Esto causó un estallido de pánico en masa que terminó con más de 60 personas en el mar.
“Muchos pasajeros –que afortunadamente ya habían recibido chalecos salvavidas antes de que comenzaran los disparos– saltaron del bote y se lanzaron hacia el mar debido al miedo”, agrega Loof. “Nuestros equipos sacaron a 67 personas del agua al tiempo que la guardia costera disparaba al aire. Es un milagro que nadie se ahogara o terminara herido.”
“La guardia costera libia mostró muy poco respeto por el bienestar de las personas en los botes en peligro», continúa Loof. “Su comportamiento fue imprudente –si no directamente amenazante– hacia las personas en los botes.”
“El saber que la guardia costera de Libia ha estado recibiendo entrenamiento y apoyo por parte de la Unión Europea hace que el incidente sea aún más perturbador,” recalca Loof. “Creemos que las autoridades italianas y europeas no deberían estar apoyando a la guardia costera libia, ya sea de forma directa o indirecta. Este apoyo está poniendo aún más en peligro la vida de las personas”.
A pesar del caos, nuestros equipos y los de SOS Méditerranée lograron rescatar y llevar de forma segura al Aquarius a 1.004 personas, incluyendo a un bebé de dos semanas.
Testimonio que un superviviente originario de Gambia compartió con los voluntarios de SOS Méditerranée.
“Cuando los libios apuntaron sus armas hacia nosotros, diciéndonos que les diéramos todo nuestro dinero y nuestros teléfonos móviles, y que saltáramos al mar, hicimos lo que nos dijeron y muchos de nosotros nos tiramos al agua. No tenía miedo, prefería morir en el mar a ser sometido y asesinado en Libia”.