Karam Yaseen trabaja como promotor de salud en nuestras instalaciones de atención postoperatoria en el este de Mosul. Todos los días, habla con los pacientes y sus cuidadores sobre problemas de salud y promueve conductas saludables. También dirige sesiones de sensibilización sobre el uso de antibióticos.
Karam nos describe en el siguiente texto cómo el uso indebido de los antibióticos puede tener un impacto dramático en la salud y la recuperación de los pacientes, muchos de los cuales tienen infecciones resistentes al tratamiento con antibióticos.
“La resistencia a los antibióticos no siempre ha sido un problema importante en Irak. Hace quince años, el uso de antibióticos estaba bastante bien regulado y teníamos un buen sistema médico.
La guerra de 2003 lo cambió todo. Después de eso, algunos antibióticos que requieren una receta se volvieron fácilmente accesibles en el mercado, y la gente comenzó a usarlos cada vez más cuando estaban enfermos. Ahora, en Irak, un farmacéutico puede vender antibióticos, incluso los inyectables, sin receta médica.
La disponibilidad de estos medicamentos está directamente relacionada con los patrones de resistencia que vemos hoy en día en las bacterias, y explica por qué muchos de los pacientes que tratamos sufren resistencia a los antibióticos.
Las consecuencias de la resistencia a los antibióticos
Más de un año después de la ofensiva militar en Mosul, las consecuencias de la resistencia a los antibióticos son más notorias y visibles que nunca. Muchas personas resultaron heridas durante la batalla, y las heridas de trauma violento siempre son sucias. El riesgo de infección generalmente es más elevado para estos pacientes; y es más probable que tomen antibióticos para mejorar.
Pero el uso excesivo de estos medicamentos a lo largo de los años ha logrado que los antibióticos ya no desempeñen el papel que deberían. En términos concretos, a los pacientes les lleva mucho más tiempo recuperarse de sus lesiones. Una herida simple que no se ha curado adecuadamente podría ser un signo de que la infección se ha vuelto crónica, y que las bacterias son resistentes a múltiples fármacos, lo que requiere múltiples intervenciones quirúrgicas y un régimen de tratamiento antibiótico más largo para que el paciente se cure.
Más de un tercio de nuestros pacientes en el este de Mosul actualmente muestran una resistencia a los antibióticos.
Sensibilización sobre la resistencia a los antibióticos
Organizamos sesiones de sensibilización para los pacientes y sus familiares, para darles más información sobre estos medicamentos. Les explicamos el efecto de cada antibiótico en el cuerpo. Por lo general, los cuidadores tienen mucho interés en aprender más sobre este problema, ya que tienen que cuidar a los familiares que padecen esta condición. Las personas hacen muchas preguntas para tener más claridad sobre qué es realmente la resistencia a los antibióticos. Muchas personas están sorprendida por la información que les proporcionamos.
Se dan cuenta de que los antibióticos no siempre son una solución mágica para todo; que los antibióticos siempre deben estar prescritos; y que su uso indebido puede hacer más mal que bien. Por lo general, al final de nuestras sesiones las personas nos agradecen porque se sienten mucho más informados sobre este tema.
También nos dicen que difundirán el mensaje y que se lo contarán a más personas. Eso es muy importante, porque así la información que proporcionamos se traslada fuera de las instalaciones y lleva la conversación sobre los antibióticos a los hogares de las personas. Esto es necesario si queremos que esta práctica cambie a escala nacional.
La promoción de la salud y el apoyo a los pacientes
Como promotores de salud, también apoyamos a las personas que son puestas bajo «aislamiento de contacto». Los pacientes infectados con patógenos resistentes a los antibióticos generalmente tienen que ser aislados de los demás y, a menudo, no pueden abandonar el hospital durante largos períodos de tiempo mientras toman el curso de medicamentos recetados por nuestro especialista en enfermedades infecciosas.
Aceptar el aislamiento es muy difícil para los pacientes de este lugar. Hay cierto estigma asociado con esto: las personas pueden pensar que tienen una enfermedad contagiosa o peligrosa. Por esto es esencial darles más información sobre su condición y explicarles por qué necesitan estar aislados. También les proporcionamos sesiones de salud mental para ayudarles a lidiar con las emociones causadas por este aislamiento.
Por todas estas razones, considero que el papel del promotor de salud es esencial, no solo aquí, en el este de Mosul, sino en todas las instalaciones médicas de todo el país. Necesitamos proporcionar información a los pacientes y sus cuidadores; necesitan entender completamente la condición que tienen y el tratamiento que están siguiendo. Este tipo de conocimiento es crucial para una buena recuperación y para cambiar la situación a mayor escala.»
