Después de tratar a más de 12.000 pacientes con kala azar en Bihar, en el noreste de la India, iniciamos actividades para tratar a personas coinfectadas con kala azar y VIH en 2017. Más de 700 personas han recibido tratamiento desde que comenzó el proyecto.
Chhavi Kumar, quien trabaja como promotor de salud para MSF desde 2009, reflexiona sobre los desafíos y éxitos en el tratamiento de pacientes coinfectados en Bihar.
“Cuando me uní al proyecto de MSF de atención al kala azar en Hajipur, Bihar, formaba parte de un pequeño equipo de seis promotores de salud. Nuestro trabajo consistía en sensibilizar a las personas sobre el kala azar, su prevención, los síntomas y cómo realizarse la prueba de detección. Las personas diagnosticadas con la enfermedad recibían tratamiento gratuito por parte de MSF.
Las comunidades que visitamos estaban ubicadas en áreas remotas sin electricidad ni agua corriente. La pobreza tocaba todo.
El terreno era difícil de navegar: los autos de MSF nos llevaban lo más lejos posible y después caminábamos los últimos kilómetros. Fuimos de puerta en puerta para visitar hogares, y usamos carteles y folletos para difundir información sobre el kala azar y los servicios que MSF estaba ofreciendo. Tomamos botes para atravesar ríos y llegar a islas que no tenían instalaciones médicas.
En la última década, ha habido un mar de cambios: ahora podemos imaginar que es posible la eliminación del kala azar en la India. Pero a medida que los casos de la enfermedad disminuyen constantemente, la coinfección kala azar-VIH se está convirtiendo en una amenaza grave. La inversión en el tratamiento de pacientes coinfectados está siendo desatendida y MSF sigue siendo la única organización en India que trabaja para atender la coinfección kala azar-VIH.
Las personas que sufren de kala azar y VIH suelen pertenecer a algunos de los sectores más oprimidos de la sociedad, donde abunda el analfabetismo y la pobreza. Las viviendas precarias, el hambre y la desnutrición obligan a las personas a mudarse a otros estados en busca de una vida mejor, donde es posible que queden expuestas a una infección de VIH. Cuando regresan a Bihar, si viven en regiones donde el kala azar es endémico, pueden infectarse también de esta enfermedad.
Si las enfermedades no se diagnostican, las personas comienzan a sufrir de fiebres, infecciones y debilidad física recurrentes hasta que enferman gravemente. Debido a que su sistema inmunológico se encuentra dañado, son propensos a sufrir otras infecciones como la tuberculosis o enfermedades de la piel. Recuerdo a un paciente coinfectado con kala azar y VIH, que además tenía tuberculosis extrapulmonar (en sus piernas). El caminar incluso dos kilómetros hasta la parada de autobús más cercana era un desafío para él.
Es un círculo vicioso en el que están atrapados los hombres y mujeres pobres.
Comienzan a perder la fe en instituciones de salud públicas, e incluso en las privadas, porque gastan mucho dinero tratando de obtener un diagnóstico preciso y después al buscar un tratamiento accesible.
Lo que complica el problema es que el kala azar y el VIH se ven de manera diferente. Cuando una persona está coinfectada con ambas enfermedades, cree que su vida se volverá demasiado difícil y perderá toda esperanza. Traer a una persona en ese estado desde su comunidad hacia nuestro hospital es extremadamente desafiante.
Aquí es donde comienza nuestro trabajo. Las comunidades con las que interactuamos tienen sus propias tradiciones, costumbres sociales e idioma; tenemos que comunicarnos en su idioma usando estos códigos.
Hacemos uso de varias herramientas de promoción de la salud, pero nuestra mayor fortaleza a veces es el hablar con las personas lentamente y de manera directa, creando confianza. Incluso si nuestro tratamiento es gratuito, las personas deben estar seguras de que serán atendidas y podrán vivir la vida como solían hacerlo. Los médicos administran medicamentos y tratan a nuestros pacientes, pero mi trabajo es hacer que las personas sientan esperanza, mostrarles que una vida normal es posible.
Al mismo tiempo, soy líder de un equipo de intermediarios de VIH / kala azar que se encuentran en diferentes distritos de Bihar. Abogan con los funcionarios del Ministerio de Salud para lograr que haya pruebas de detección obligatorias: los pacientes con kala azar deben ser examinados para detectar el VIH y los pacientes con VIH para el kala azar. Después de confirmarse el diagnóstico de una coinfección, son remitidos a la sala de MSF en Rajendra Memorial Research Institute en Patna, Bihar. He visto a más de 700 pacientes coinfectados caminar a través de estos corredores.
Cuando los pacientes llegan a nuestra sala están enfermos, no tienen fuerza física y han perdido peso. Después del tratamiento se convierten en una persona diferente. Ganan peso, sus rostros han cambiado, al igual que la forma en que caminan y hablan. Llegamos a presenciar su recuperación, lo que me hace sentir que estamos haciendo algo significativo después de todo«.