El 24 de febrero se cumplen dos años desde que se intensificó la guerra en Ucrania, donde las hostilidades continúan desde 2014.
Hoy en día, los incesantes bombardeos y ataques con misiles y drones por todo el país provocan una escena devastadora que lleva a miles de personas a abandonar sus hogares en busca de seguridad y refugio.
Según afirma el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), actualmente hay alrededor de 6.5 millones de refugiados de Ucrania que han buscado protección en todo el mundo, y 3.7 millones de personas que siguen desplazadas forzosamente dentro del país.
Aunque el sistema de salud ucraniano ha hecho esfuerzos notables, la situación humanitaria sigue siendo grave.
En los frentes del este y del sur vemos heridos por los bombardeos y los combates. Los ataques contra las infraestructuras energéticas y civiles también han dañado zonas residenciales, causado muchas víctimas y dejado a muchos sin electricidad, calefacción o incluso agua corriente.
Tampoco se han salvado las instalaciones médicas, lo que ha dejado a miles de personas sin acceso a la asistencia sanitaria básica y a los medicamentos esenciales.
Para comprender mejor la situación que atraviesan las personas afectadas por la guerra en Ucrania, te compartimos 3 datos importantes acerca de la forma en que están viviendo actualmente y cómo trabajamos diariamente para tratar de alivianar el trauma causado por este conflicto inacabable.
1. Son más de 6 millones los refugiados ucranianos alrededor del mundo
Según los últimos datos publicados por ACNUR, hay 6.479.700 refugiados procedentes de Ucrania registrados en todo el mundo.
La violencia de la guerra en Ucrania ha provocado el desplazamiento de millones de personas y sigue teniendo un impacto devastador en la salud de la población y en su situación humanitaria en las zonas expuestas a los combates, especialmente para las personas con afecciones que requieren atención continua y para las que han sufrido heridas potencialmente mortales.
También está afectando significativamente la vida lejos de los frentes, ya que los ataques con misiles y drones están matando e hiriendo a las personas, y deteriorando la salud mental.
En las zonas cerca de los frentes, nuestros equipos asisten a heridos a causa de los bombardeos. Dada la continua presión a la que está sometido el sistema sanitario ucraniano, y con un flujo continuo de pacientes que necesitan ser derivados debido a lesiones traumáticas a causa del conflicto, especialmente en las regiones de Donetsk, Jersón, Dnipropetrovsk y Zaporiyia, nuestras ambulancias derivan a los pacientes a otros hospitales donde pueden recibir la atención adecuada.
En 2023, nuestras ambulancias trasladaron a más de 10.500 pacientes. El 57% de ellos habían sufrido traumas violentos.
2. Hay clínicas móviles en 100 ciudades y pueblos cercanos a la línea del frente
Nuestra organización gestiona clínicas móviles en 100 ciudades y pueblos diferentes cercanos a la línea del frente en las regiones de Donetsk, Járkov y Jersón. En dichos centros se realizaron cerca de 60.000 consultas de atención primaria y más de 3.800 consultas de salud sexual y reproductiva en 2023.
«Sigue siendo urgente prestar servicios médicos a los pacientes que residen a 20-30 kilómetros de la línea del frente.
Estos pacientes, en su mayoría mujeres mayores, suelen tener enfermedades crónicas que requieren una observación continua”, declara Maksym Zharikov, coordinador médico adjunto de MSF en Ucrania.
Son zonas que resultaron muy afectadas por los combates y en los que la población sufrió mucho. Los servicios básicos se paralizaron casi por completo y, en algunas localidades, el sistema de atención primaria no se ha recuperado del todo por falta de profesionales médicos, instalaciones y medicamentos básicos.
Mediante clínicas móviles, ayudamos al personal sanitario local a reanudar algunos servicios médicos y los equipos de la organización llegan a localidades donde el sistema de atención primaria es inexistente.
Se trata de localidades donde, a menudo, apenas permanece la mitad de la población que vivía antes de la escalada del conflicto hace dos años y que padecen todavía las repercusiones en forma de falta de servicios básicos.
“Tenemos dos equipos: uno compuesto por médicos, enfermeros y psicólogos, que integran clínicas móviles; y otro solo con psicólogos que realizan consultas de salud mental. Visitan con regularidad varias localidades situadas por encima del río Dniéper que marca la línea de frente en estos momentos”, explica Diego Ráfales, nuestro coordinador en las regiones de Mykolaiv y Jersón.
“Los pacientes que tratamos son en su mayoría ancianos —confirma—. Nuestros equipos atienden a muchos pacientes graves cuyas dolencias han empeorado por las circunstancias en las que viven, lo que a menudo les causa una angustia extrema. Esto es algo que hemos visto sobre todo en las zonas retomadas en el este y el sur del país”.
3. La salud mental de la población ucraniana es prioridad
Dos años después del recrudecimiento del conflicto, muchas personas viven en casas dañadas, a menudo en condiciones calamitosas, sin electricidad, calefacción, agua ni medicamentos adecuados, y en muchas zonas sembradas de minas terrestres; y bajo la amenaza constante de la violencia.
“Han sufrido violencia, pérdidas, aislamiento y miedo, y el país está sufriendo un trauma colectivo, las necesidades de atención psicológica son enormes, y sin una atención adecuada el riesgo de desarrollar trastornos mentales más graves es mayor”, afirma Ráfales.
El año pasado, nuestras clínicas móviles realizaron 12.724 consultas psicológicas individuales.
“Nuestros equipos ven que la gente está destrozada por lo que ha pasado y sigue pasando, y por la incertidumbre y el temor que ha creado esta guerra. Algunas personas están experimentando fuertes efectos psicológicos retardados.
El trastorno de estrés postraumático, la ansiedad y los ataques de pánico son síntomas comunes que vemos en muchas partes de Ucrania, tanto si la persona ha huido de los combates como si se ha quedado en las zonas atacadas”, expone Ráfales.
La salud mental de los adultos es clave para mantener un entorno psicológico positivo en la familia, ya que el estado psicológico de los padres suele reflejarse en los hijos. Por ello, también nos centramos en proporcionar apoyo psicológico a las familias.
«Al principio de la escalada, detectamos síntomas en los niños como ansiedad, ataques de pánico y miedos. Sin embargo, ahora observamos que los niños han empezado a percibir la situación anormal como normal: se han adaptado a los sonidos de las explosiones, aunque seguimos observando reacciones neuróticas«, relata Alisa Kushnirova, psicóloga de nuestra organización.
«Es difícil —añade— predecir el comportamiento de niños y adultos una vez acabada la guerra. El apoyo psicológico será esencial durante muchos años en Ucrania”.
Médicos Sin Fronteras responde a la guerra en Ucrania
En la actualidad, contamos con 30 trabajadores internacionales y 323 trabajadores humanitarios ucranianos y llevamos a cabo proyectos médico-humanitario en las regiones de Jersón, Mykolaiv, Vinnytsia, Cherkasy, Dnipropetrovsk, Zaporiyia, Járkov y Donetsk.
Nuestros equipos se encuentran brindando asistencia a la población principalmente en el sur y el este del país, a través del apoyo a las estructuras y personal de salud ucranianos en los vacíos causados por la guerra.
A medida que disminuye la atención internacional sobre las consecuencias humanitarias de la guerra en Ucrania, los combates en el frente siguen siendo tan devastadores como siempre.