En el Día Internacional de la Trabajadora Sexual resaltamos la importancia de continuar luchando contra el estigma social que sufren las trabajadoras sexuales en muchas partes del mundo. La continua discriminación y criminalización hacia las mujeres que ejercen el trabajo sexual suele impedir su acceso a una salud sexual y reproductiva de calidad.
La desinformación y la persistente marginación agrava sus condiciones de vida y sus posibilidades de recibir atención médica integral.
¿Por qué el 2 de junio es el Día Internacional de la Trabajadora Sexual?
Hoy se conmemora el Día Internacional de la Trabajadora Sexual en memoria de la protesta que realizaron más 150 trabajadoras sexuales en la Iglesia de Santi-Nizier de Lyon, Francia, el 2 de junio de 1975.
A través de su movilización, las trabajadoras sexuales pusieron de relieve su mala situación laboral y expresaron las inacabables represalias que sufrían por parte de la policía local, subrayando los abusos, la violencia, las multas y encarcelamientos que enfrentaban diariamente.
La estigmatización social hacia las trabajadoras sexuales limita su acceso a la asistencia médica
Para las trabajadoras sexuales en San Pedro Sula, Honduras, el acceso a la atención médica y psicológica se ha visto limitado por el estigma social y la falta de servicios.
Nuestra clínica ubicada en la ciudad brinda atención integral en un entorno comprensivo y de apoyo, en el que las mujeres se sienten empoderadas para influir positivamente en sus comunidades.
Nadia, una trabajadora sexual en Honduras, ha estado visitando nuestra clínica durante casi dos años. Si bien desde muy joven, ha superado muchos desafíos en su vida, entre los que se incluyen el abuso y la adicción, ha tenido pocas opciones disponibles para obtener ayuda.
“Estaba fuera de contacto con la realidad, estaba en un mundo desordenado y todo estaba en mal estado: mi cuerpo, mi salud”, expresa.
Como en muchas partes del mundo, ciertos tabúes en la comunidad de Nadia y en la sociedad en general actúan en contra de los aspectos positivos de la salud sexual de una mujer. No todas las personas aceptan la libertad de una mujer para elegir su propio estilo de vida.
“En nuestra sociedad, la vida sexual de una mujer solo debe ser activa dentro del matrimonio, y en ocasiones esto no es posible”, cuenta Nadia.
“Algunas personas estigmatizan a la población joven y no les permiten acceder a los servicios de prevención que necesitan. Deberíamos ser un poco más realistas”, sostiene.
Nadia afirma que el estigma asociado a los tabúes, así como el miedo, pueden ser peligrosos. Si una mujer tiene miedo de hablar sobre lo que necesita para tener relaciones sexuales seguras; si un condón falla y ella permanece en silencio, estos factores pueden propiciar que ella gestione cualquier complicación posterior.
“A veces no tenemos la oportunidad de hablar sobre nuestra sexualidad o nuestros miedos”, continúa Nadia. “Entonces, las personas no buscan ayuda a tiempo e incluso pueden encontrar la muerte”.
Cómo ayuda MSF a las trabajadoras sexuales de Honduras
Para apoyar a las comunidades de trabajadoras sexuales e integrantes de la comunidad LGBTIQ+ de San Pedro Sula, abrimos una clínica específica en esta ciudad del norte de Honduras en 2021. La clínica también ofrece un servicio prioritario para la atención integral de quienes han sido víctimas y sobrevivientes de violencia sexual.
“En esta clínica, descubrí que puedes hablar abiertamente. Pero hay lugares con personal de salud que tienen un trato diferente. Te brindan atención médica, pero también te dan su punto de vista sobre lo que debes o no debes hacer con tu vida”, comenta Nadia.
“Ha sido una bendición encontrar este lugar, donde puedo encontrar de todo: prevención y control de VIH, sífilis y enfermedades de transmisión sexual, planificación familiar… ayuda psicológica y apoyo social. Me di cuenta de que todo tiene un precio, que cuidarme no tenía precio, y comencé a valorar más eso”.
El autocuidado como respuesta a la falta de acceso a la educación sexual y reproductiva
Debido a sus experiencias personales, Nadia se pronuncia a favor de la educación de madres e hijas para poder romper las barreras para acceder a los servicios y la información que necesitan.
“La educación sexual debería estar disponible para niños y niñas de cierta edad, para que las madres permitan que sus hijas se cuiden solas”, afirma Nadia.
Ruth, otra trabajadora sexual en San Pedro Sula, también cree en el autocuidado: «controlar la salud propia implica estar al día con el tratamiento, con la medicación y acudir a la clínica cuando una se siente mal», afirma.
Ruth destaca la importancia de sentirse invitada y aceptada en un centro médico. Nuestros equipos de promoción de la salud visitaron a Ruth y a otras mujeres de su barrio y les explicaron que las puertas de la clínica estaban abiertas para ellas, que los medicamentos eran gratuitos y que había pruebas disponibles.
“Nos dijeron cómo prevenir enfermedades, cómo cuidarnos. Me sentí bien”, dice.
La salud mental es una parte clave del paquete de atención integral que brindamos como organización.
“Cuando llegué a la clínica los primeros días, llegué bastante deprimida. Sentía que mi vida ya no tenía sentido. Vi al psicólogo por todo lo que pasé y me ha ayudado porque no ha sido fácil”, dice Ruth.
A otras mujeres, “para estas niñas hermosas”, dice Ruth, “mi mensaje es que se cuiden, que se protejan más que nada, que estén al día con sus exámenes médicos y que vengan a una consulta”.
“Y, en segundo lugar, es necesario apoyar a todas las mujeres que lo necesitan, que están deprimidas o en situaciones similares, para eso está la clínica y eso ayuda”.
La importancia de hablar de sexualidad para romper con los tabúes
Ruth y Nadia han enfrentado y superado muchos desafíos.
“Personalmente, sufrí demasiado durante el tiempo que no me cuidé”, comenta Nadia.
“Decidí y aprendí a través de la terapia que esta es mi vida, que es mi responsabilidad, que es el legado que les voy a dejar a mis hijas. Como madre, me gustaría que mis hijas caminaran por el altar vestidas de blanco; pero hablar activamente de sexualidad con nuestras hijas es sano y, junto con mi familia, hemos decidido no caer en la trampa del tabú”.
“El sexo es hermoso, es maravilloso, es algo que como seres humanos en plenitud debemos disfrutar. Pero para disfrutarlo plenamente, debemos cuidarnos.”
Nadia aprovecha su experiencia para animar a otras mujeres: “Querida, edúcate, cuídate para que después no tengas traumas, complejos o culpas”.
Todas las personas tienen derecho a ser asistidas en su momento de mayor necesidad. Guiados por la ética médica y por los principios de la acción humanitaria, continuamos brindando asistencia médica y psicoemocional a las mujeres que acuden a nuestra clínica en San Pedro Sula. La falta de acceso a una educación sexual y reproductiva de calidad impacta negativamente en la población femenina, fundamentalmente en los grupos más jóvenes.
Por ello, seguimos trabajando por la educación de madres e hijas en materia de salud sexual y reproductiva para lograr que las mismas puedan acceder a los servicios y la información que necesitan.