Reclamamos a las autoridades griegas que investiguen los informes sobre cientos de personas migrantes desaparecidas en Lesbos, supuestamente devueltas a la fuerza al mar, y que pongan en práctica condiciones de acogida seguras y dignas para quienes permanecen en esta isla perteneciente a Grecia.
Existen testimonios sobre personas migrantes desaparecidas en Lesbos
Nuestros equipos que trabajan en Lesbos son alertados por el ACNUR y otros actores cuando las personas migrantes y refugiadas llegan a esta isla y necesitan tratamiento médico urgente.
“Desde que empezamos a brindar asistencia médica de urgencia a las personas que llegaban a las costas de Lesbos en junio de 2022, no hemos podido localizar a unas 940 personas en los lugares en los que se nos informaron que se encontraban o habían llegado”, explica Nihal Osman, nuestro coordinador de proyectos en Lesbos.
En este tiempo, han sido varios los pacientes que han relatado a nuestros equipos haber sido interceptados traumáticamente y devueltos al mar por la fuerza en anteriores intentos de llegar a Grecia.
“Cuando nos avisan de personas recién llegadas que necesitan asistencia médica urgente, pasamos horas —a veces días— buscándolas, pues a menudo se esconden en el bosque”, explica Osman.
Las personas que hemos atendido han contado que se han encontrado con hombres enmascarados que se hacían pasar por médicos para ganarse su confianza o, como se informó recientemente en un artículo del New York Times, incluso por equipos de nuestra organización: “Si esto se confirma, se trata de una manipulación inaceptable y grave de la ayuda humanitaria”, recalca.
En algunos casos, hemos encontrado en los alrededores de los lugares donde hemos asistido a las personas vehículos sin matrícula, a menudo conducidos por individuos cubiertos con pasamontañas. La asistencia humanitaria a las personas recién llegadas se reduce seriamente por temor a la criminalización.
Actualmente, somos el único actor independiente que proporciona ayuda a las personas migrantes y refugiadas que llegan a Lesbos.
Las personas migrantes son tratadas con crueldad en los centros de Grecia
Las personas migrantes y solicitantes de asilo que llegan a Lesbos son enviadas a dos centros según el lugar de llegada: Mavrovouni y Megala Therma. Por Mavrovouni, uno de los Centros Cerrados de Acceso Controlado (CCAC) financiados por la Unión Europea (UE), han pasado hasta 2.700 personas en 2023.
Inicialmente, los CCAC se anunciaron como una mejora de las condiciones de vida de las personas que llegaban a la isla, pero se diseñaron para restringir severamente sus movimientos y mantenerlas recluidas en instalaciones similares a prisiones.
El 17 de mayo, las autoridades griegas dejaron de proporcionar alimentación tanto a las personas que son reconocidas como refugiadas como a las que se les deniega la protección internacional. Solo facilitan alimentos a quienes están a la espera de respuesta, y anunciaron planes para desalojarlas.
Además, a los niños y niñas de las familias a las que se deniega la protección internacional se les retira el número de la seguridad social. Esto les impide recibir las vacunas básicas, violando sus derechos básicos.
“Como consecuencia, las tensiones en el centro de Mavrovouni han aumentado”, afirma Osman. “Los pacientes se quejan de la humillación que sufren haciendo fila durante horas, y de la frustración relacionada con la reducción de alimentos. El Ministerio está utilizando la comida como palanca para obligar a las personas a abandonar el centro”.
“Despojar a cientos de personas de sus derechos básicos, incluyendo el acceso a alimentos y refugio sin alternativas, podría tener graves consecuencias para su salud física y mental”, añade Osman.
En el campo de Megala Therma, Lesbos, la detención es arbitraria
En Megala Therma, en la costa norte de Lesbos donde brindamos asistencia médica desde 2020, la situación es alarmante. Las instalaciones, que fueron previamente un centro de cuarentena de COVID-19 del gobierno, albergan ahora a las personas recién llegadas antes de ser transferidas al CCAC de Mavrovouni.
Las personas de Megala Therma no están registradas y son detenidas por días arbitrariamente , en algunos casos durante más de dos semanas, antes de ser trasladadas a Mavrovouni.
Las condiciones de vida en Megala Therma son terribles. Las personas está hacinadas en unidades de alojamiento que no tienen camas. A veces, 14 personas comparten una unidad con espacio para cinco:
“Todos, incluyendo las niñas y niños, son alojados juntos, independientemente de su vulnerabilidad, sin tener en cuenta los procedimientos de seguridad y protección”, denuncia Osman.
El centro también está aislado, lo que dificulta considerablemente el acceso de los actores médicos para responder a las emergencias sanitarias:
Nuestro equipo médico realiza visitas dos veces por semana, pero si cualquier otro día se produce una urgencia médica, no hay nadie en Megala Therma para responder y una ambulancia tardaría más de una hora en llegar, explica nuestro coordinador.
“El campo de Megala Therma es un emblema del enfoque cruel y disfuncional adoptado en estos centros. Un enfoque apoyado por los Estados miembros de la Unión Europea y financiado por la Comisión Europea. En nuestra organización hemos criticado y denunciado ampliamente estas duras políticas”, concluyó el responsable de nuestras operaciones en Lesbos.
¿Qué pedimos a las autoridades griegas y a la Comisión Europea?
- Que se investiguen de inmediato las denuncias de personas amenazadas, secuestradas y maltratadas por enmascarados no identificados que realizan devoluciones sistemáticamente y que ponen en peligro la vida de las personas en tierra y mar.
- Que se ponga fin a la detención arbitraria de las personas recién llegadas no registradas en Megala Therma, garantizando su rápido acceso al registro y a la identificación, unas condiciones de acogida dignas y la cercanía a los servicios básicos.
- Que garanticen una atención médica oportuna y de calidad, incluida la atención médica de urgencia en las instalaciones de acogida.
El estatus legal de las personas no debe suponer su exclusión de servicios vitales cruciales como la alimentación, el alojamiento y la asistencia sanitaria. Deben garantizar el acceso a la asistencia sanitaria, la protección y la ayuda humanitaria a todas las personas recién llegadas que busquen protección en Grecia, de acuerdo con la directiva de acogida de la UE.