En la Ciudad de México, equipos de Médicos Sin Fronteras ofrecen atención a población migrante, refugiada y mexicanos en situación de calle en albergues, hoteles, hostales y comedores comunitarios para mitigar riesgos de contagio por COVID-19.
“Estamos haciendo visitas en 15 diferentes centros que están acogiendo a esta población durante el estado de confinamiento en la capital del país, que desde hace varias semanas se encuentra en alerta sanitaria debido al alto número de contagios”, comenta Fabiola Hernández, médica de MSF quien realiza estas visitas.
Equipo médico y de logística de MSF acuden regularmente a estas estructuras ubicadas en diferentes zonas del Valle de México para brindar asistencia médica, atención en salud mental y llevar a cabo actividades de agua y saneamiento para los habitantes de estos espacios que no pueden acceder tan fácilmente a servicios de salud como el resto de la población.
“La actividad médica está enfocada en la promoción de la salud, la detección de casos, la canalización de éstos a los centros de salud pública y el aislamiento de casos sospechosos dentro de estas instalaciones. También socializamos medidas de prevención como tratar de que se lleven a cabo las medidas de distanciamiento, el lavado adecuado de manos, el uso correcto del cubrebocas y que se limpien frecuentemente las superficies”, señala Hernández.
Los equipos buscan que con estas acciones se proteja tanto a las personas albergadas en estos sitios como a todos los voluntarios que se encargan de sus cuidados.
“Hemos elaborado un manual con recomendaciones dirigidas a los responsables de los albergues que están implicados directamente en la respuesta que se ofrece a los migrantes a lo largo de la ruta migratoria en México y a otros grupos vulnerables de la ciudad, con el fin de formarlos y establecer medidas básicas de prevención y control de infecciones”, señala la médica de MSF.
Además, el personal de estos albergues y comedores es capacitado por MSF en el uso adecuado del equipo de protección, el manejo de desechos, de la lavandería, la detección de síntomas, establecer circuitos que eviten la contaminación de zonas y las rutas que deben seguir en caso de que algún usuario requiera de hospitalización médica.
“Hacemos mucho énfasis en acceso al agua potable y la limpieza de los espacios. Ante el COVID-19, la principal medida de prevención es llevar a cabo un adecuado lavado de manos. Nos hemos encontrado lugares que no tienen un fácil acceso a este recurso, entonces lo que hacemos es proporcionarles lavamanos en las entradas, en los comedores, grifos de agua u otras alternativas que puedan ser adaptadas en sus espacios. Hacemos donaciones de cloro, materiales de limpieza y equipos de protección
Los equipos mencionan que este acercamiento directo con la población para aclarar sus dudas, los mitos que hay entorno a la enfermedad y las formas de transmisión son muy importantes para evitar brotes de COVID-19 en estos refugios que disponen de muy pocos recursos y cuyo seguimiento en cuanto a las condiciones de salud de sus usuarios es precario.
“Acercar la información a esta población que no puede acceder a ella, es esencial para evitar que los migrantes y personas sin hogar se expongan a más riesgos de los que ya enfrentan”, señala Fabiola.
Dentro de estas visitas, también se hace promoción de la Línea de Atención Psicológica, un servicio gratuito y confidencial por teléfono al 800 999 3321 y por Whatsapp al +52 55 9130 6252, habilitado por MSF en enero de 2020, a la que migrantes y refugiados en la Ciudad de México y el resto del país puedan acceder desde un teléfono fijo o móvil y recibir atención psicológica remota durante la emergencia.
“Estamos asistiendo a una población que ya era vulnerable antes de la emergencia por COVID y que ahora en medio de esta pandemia lo es aún más, por lo que cualquier acción encaminada a que puedan acceder a servicios básicos como agua limpia, saneamiento y a una adecuada atención médica y psicológica es fundamental en estos momentos”, concluye Fabiola Hernández.