La situación de violencia en Sudán se sigue agravando. Desde 15 de abril, se han producido intensos combates entre las Fuerzas Armadas de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido en Jartum y otras partes del país.
Un testimonio del conflicto en Sudán
Al 26 de abril, hemos atendido a 410 personas en el hospital que apoyamos en El Fasher, Darfur del Norte, el cual es ahora el único centro de salud operativo en la ciudad .
Te compartimos el testimonio de Cyrus Paye, coordinador de nuestra organización, sobre la situación en este hospital:
«Actualmente hay intensos combates en El Fasher. Todavía estamos escuchando disparos desde el complejo de Médicos Sin Fronteras (MSF) mientras hablo. Es muy inseguro debido a los disparos y los bombardeos: ha habido un gran número de víctimas civiles.
La situación es catastrófica. La mayoría de los heridos son civiles alcanzados por balas perdidas y muchos de ellos son niños. Presentan fracturas a causa de balas, o presentan heridas de bala o metralla en las piernas, el abdomen o el tórax. Muchos necesitan transfusiones de sangre. Hay tanta cantidad de pacientes, que están siendo atendidos en el piso de los pasillos, porque simplemente no hay suficientes camas para acomodar a la gran cantidad de heridos.
Hasta el fin de semana pasado, este hospital no tenía capacidad quirúrgica. Era una maternidad que desde MSF empezamos a apoyar el año pasado para ayudar a reducir los altos índices de mortalidad materna en la región. Sin embargo, desde que comenzaron los combates, hemos tenido que readaptar el hospital para poder tratar a los heridos».
Una gravísima crisis sanitaria a causa de la violencia
Prosigue Paye: «todos los demás hospitales de la ciudad han tenido que cerrar debido a su proximidad a los combates o a la imposibilidad del personal de llegar a ellos debido a la intensidad del conflicto. Los cirujanos de esos hospitales ahora han venido a nuestro hospital y han podido realizar una serie de operaciones quirúrgicas. Sin embargo, se están quedando rápidamente sin suministros. Pudimos llegar al hospital para reabastecerlo el martes, cuando hubo una pausa en los combates, pero si no podemos llevar más suministros a Darfur, y si seguimos recibiendo un número tan alto de heridos, los suministros médicos existentes sólo nos durarán otras tres semanas.
Actualmente, dentro de Sudán, nada puede moverse. Todos los aeropuertos del país permanecen cerrados desde que comenzó la violencia, y hay combates en las calles, por lo que no podemos llevar más suministros a Darfur del Norte, ni al interior. Chad ha cerrado su frontera. Si la situación no cambia y no se garantiza el acceso humanitario, habrá una pérdida de vidas aún mayor.
Tal como están las cosas, los dos quirófanos que se han establecido no pueden hacer frente a la afluencia continua de pacientes con traumatismos o que requieren atención gineco-obstétrica de emergencia. En la sala de maternidad, actualmente hay dos mujeres en cada cama. Anteriormente, un hospital vecino realizaba todas las cesáreas de emergencia, generalmente entre tres y cinco por día, y con más de 30 partos normales en un período de 24 horas.
Ahora, todo esto se lleva a cabo en este hospital al mismo tiempo que los cirujanos traumatólogos están trabajando. Acabamos de escuchar que anoche, el Hospital Pediátrico donde solíamos derivar a los recién nacidos fue saqueado por completo, lo que significa que ahora no tenemos a dónde derivar a los bebés que tienen sepsis, o aquellos que nacen prematuros. No hay incubadoras en este hospital, lo que dificultará mantener con vida a esos niños.
El equipo actual está abrumado. Han estado trabajando día y noche. Estamos explorando opciones para traer suministros y cirujanos de trauma experimentados al país para brindar apoyo cuando la situación lo permita, pero, como es el caso de los suministros médicos, actualmente esto no es posible».
Necesitamos acceso y protección a las instalaciones de salud en Sudán con urgencia
«Es fundamental que podamos obtener acceso a las instalaciones de salud en todo el país. En este momento, esto es lo que salvará la vida de las personas. Los establecimientos de salud se están quedando sin suministros y el personal no puede ir a trabajar. Los trabajadores de la salud, los socorristas y los rescatistas han quedado inmovilizados por los combates y, como resultado, la gente está muriendo. El acceso es lo que cambiará esto. Eso, y una garantía de las partes en conflicto de que respetarán la vida de los civiles«, sostiene Paye.