En coordinación con el Ministerio de Salud, un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) instaló un hospital de campaña de segundo nivel en el corregimiento de El Plateado, en Argelia (Cauca). Esta estructura debería ser el principal centro médico de referencia para unas 32.000 personas en el Cañón del Micay, una de las subregiones de Colombia con mayor confrontación armada en la actualidad.
Justo después de la entrega del hospital al Ministerio de Salud (a través de la ESE Suroccidente), un artefacto explosivo cayó a pocos metros de la estructura sin generarle grandes daños, pero dejó heridas leves en una de las trabajadoras de la ESE.
“Hechos como estos ponen en riesgo a la población civil de El Plateado y a la misión médica, ambos protegidos por el Derecho Internacional Humanitario. Hacemos un llamado a todas las partes en el conflicto para que respeten tanto a la población civil como a las estructuras médicas y su personal”.
Francisco Otero, coordinador de nuestra organización en Colombia.
La disputa por el control territorial en esta subregión, ubicada estratégicamente por su conexión con el océano Pacífico y cercanía a la frontera con Ecuador, se ha acentuado desde 2021. La confrontación armada no solo implica riesgos en la salud de la población por amenazas, balas perdidas y explosión de minas antipersona, sino que limita su acceso a servicios de salud.

El hospital está compuesto por nueve carpas interconectadas, con capacidad para atender a 40 pacientes en condiciones de observación y hospitalización. Antes de esta construcción, la estructura del segundo nivel más cercana estaba a más de 7 horas en carro, dependiendo del estado de la vía y la situación de orden público.
Seguiremos monitoreando la situación en El Plateado, y estamos abiertos a desarrollar actividades en esta u otra zona del Cauca afectada por el conflicto donde puedan registrarse necesidades médico-humanitarias significativas no atendidas.
MSF es una organización humanitaria internacional que brinda atención médica a poblaciones afectadas por catástrofes naturales, conflictos armados, epidemias, pandemias y enfermedades olvidadas. Nuestro trabajo está guiado por la ética médica y por los principios de la acción humanitaria de independencia, neutralidad e imparcialidad.