Al norte de Dacca, la capital de Bangladesh, se sitúa Savar, una región que alberga al recientemente designado centro industrial para curtidurías y fábricas de cuero. Las fábricas y las curtidurías se trasladaron allí, principalmente desde el suburbio de Kamrangirchar en Dacca, como parte de un plan del gobierno para reducir la contaminación ambiental en la ciudad. Sin embargo, a Savar le faltan centros médicos para atender a las miles de personas que ahora trabajan allí.
Para ayudar a proteger a estos trabajadores, Médicos Sin Fronteras (MSF) ofrece vacunas antitetánicas (TT) como una extensión de su programa de salud ocupacional en Kamrangirchar, donde los trabajadores de las industrias de procesamiento de metal, plástico, cuero y prendas de vestir suelen estar expuestos a condiciones de trabajo peligrosas e inseguras.
El tétanos es una enfermedad infecciosa grave no transmisible seguida de una aparición repentina. Las bacterias del tétanos están en el suelo y el abono, y pueden ingresar en el cuerpo a través de una herida, en general, un corte en la piel. Las personas infectadas por las bacterias del tétanos tienen espasmos musculares y problemas cardíacos causados por una neurotoxina producida por estas bacterias. Esta enfermedad puede ser mortal en algunos casos. Continúa siendo una preocupación sanitaria a nivel mundial, ya que afecta a aproximadamente un millón de personas por año y tiene una tasa de mortalidad del 20 al 50%. Muchos trabajadores de fábrica en Savar y Kamrangirchar están expuestos al tétanos y tienen un mayor riesgo de contraerlo, porque solo muy pocos están vacunados.
Sin embargo, el tétanos puede prevenirse fácilmente. Entre tres y cinco dosis de la vacuna antitetánica brindan protección total de por vida.
Situado a orillas del río Dhaleshwari, al noroeste de Dacca, el amplio complejo de curtiduría industrial en Savar se está preparando para albergar a todavía más unidades de procesamiento de cuero. Muchos trabajadores no tienen equipos de protección y, a menudo, están en contacto con productos químicos nocivos, herramientas cortantes y desechos orgánicos en el agua y el suelo. Muchos trabajan con las manos al descubierto y los pies descalzos.
Los equipos de promoción de la salud visitan todas las plantas de procesamiento para presentar MSF a los trabajadores, explicarles los riesgos del tétanos y ayudarlos a entender la importancia de vacunarse. Nuestros equipos retoman el contacto con aquellos trabajadores que recibieron las dosis iniciales de la vacuna mientras trabajaban en Kamrangirchar, y también inscriben a nuevos pacientes. Después de la dosis inicial, es necesaria una segunda dosis luego de cuatro a ocho semanas, y una tercera dosis luego de 6 a 12 meses.
“Es maravilloso ver más y más trabajadores que vienen a nuestra clínica todas las semanas. Primero, les explicamos el calendario de las dosis. Luego, les damos las vacunas”, explica Jahid Hasan, enfermero de MSF.
“Al principio, los trabajadores no querían venir a vacunarse. Muchos estaban reticentes a tomarse tiempo libre durante, digamos, el horario de almuerzo. Nuestros equipos de fomento de la salud visitan las fábricas para difundir mensajes de salud y explicar la protección que da la vacuna. Ahora recibimos a nuevos pacientes que nos preguntan si también pueden traer a sus colegas para vacunarse”.
El camino por tomar: brindar atención primaria de salud
MSF también ofrece la vacuna antitetánica (TT) a los trabajadores que vienen a la clínica por lesiones laborales. A fines de julio, empezamos a poner en funcionamiento clínicas móviles en Savar dos días por semana y, entre sus actividades, se incluyó la aplicación de la vacuna TT.
“Para muchos trabajadores, la importancia de vacunarse es secundaria a asegurarse el sustento”, afirma Nabila Haque, médica de MSF.
Debido a que los trabajadores de fábrica no pueden tomarse mucho tiempo libre, MSF ofrece servicios cuatro días por semana. Los equipos de promoción de la salud visitan cada unidad de procesamiento en reiteradas ocasiones para concientizar sobre la necesidad de tomar medidas sanitarias preventivas. Como resultado, “estamos presenciando cada vez más participación en el programa de vacunación”.
Desde agosto de 2019, Médicos Sin Fronteras vacunó a más de 2.500 trabajadores de fábricas en Savar.