Los equipos de MSF que trabajan en Myanmar y Tailandia están a salvo y contabilizados tras un terremoto de magnitud 7.7 que sacudió la región central, cerca de Mandalay.
«En este momento, es bastante difícil calcular la magnitud de los daños.»
Federica Franco, coordinadora general en Myanmar.



Según el último anuncio oficial de la Dirección Nacional de Catástrofes del Consejo Administrativo del Estado (SAC, por sus siglas en inglés), el terremoto ha causado: más de 2.056 muertos, 3.900 heridos y al menos 270 desaparecidos.
Nuestro personal médico y humanitario en Myanmar y los países vecinos tiene la capacidad de responder a gran escala a las necesidades de las comunidades afectadas. Una vez que las autoridades faciliten un acceso rápido y sin restricciones, los equipos podrán realizar evaluaciones y brindar atención médica.
Dada la magnitud e intensidad del terremoto, el impacto en las personas podría ser devastador. Especialmente para quienes requieren asistencia vital inmediata debido a lesiones traumáticas.
Cómo nos preparamos para la emergencia
Nuestros equipos ya están en las zonas afectadas de Mandalay y el sur de Shan para realizar evaluaciones. Llegamos a Mandalay y al sur de Shan el domingo 30 de marzo, y comenzamos las actividades de evaluación el lunes 31 de marzo.
Nuestros equipos de evaluación están formados por perfiles médicos, logísticos y de agua y saneamiento. Todavía es difícil conocer la magnitud total de los daños y las necesidades médicas, ya que en las zonas más afectadas existen cortes en las comunicaciones y barreras de acceso debido al conflicto en curso.
Sin embargo, los resultados son muy preliminares hasta ahora:
– Muchas de las estructuras están dañadas. Gran cantidad de personas en las calles no está dispuesta a volver a los edificios dañados, y todas buscan artículos básicos como agua y letrinas.
– La electricidad es muy limitada en la ciudad y se torna difícil conocer la situación por la noche.
– Nuestros equipos en Mandalay sintieron 3 pequeñas réplicas el lunes 31, aunque no se registraron daños posteriores.
– Estamos enfocados en entender la necesidad de atención traumatológica de emergencia dentro del sistema de salud existente.
También nos inquieta la situación de quienes quedarán en mayor vulnerabilidad. La pérdida de refugio y la falta de acceso a atención médica general agravan su situación. La ausencia de agua potable segura es otro riesgo. Sin ella, podría aumentar la propagación de enfermedades transmitidas por el agua.
Es necesario actuar con rapidez
La situación es muy complicada debido a importantes cortes de comunicación en algunas de las zonas más afectadas debido al conflicto en curso. Además, hay carreteras clave dañadas, como la autopista que va de Yangón a Naipyidó y Mandalay. (…) Algunos aeropuertos también están cerrados. Esto dificulta enormemente, no solo obtener información, sino también llegar físicamente a las personas que necesitan ayuda urgentemente.
Federica Franco, coordinadora general en Myanmar.
La capacidad de desplegar equipos de evaluación, e idealmente atención quirúrgica, es fundamental en las primeras horas y días posteriores a cualquier terremoto.
Si esperamos brindar cirugías de emergencia que puedan salvar vidas y las extremidades de las personas heridas, necesitamos actuar con rapidez.
Para garantizar una respuesta efectiva, es crucial contar con acceso rápido a las áreas afectadas y la aprobación oportuna de suministros esenciales y personal.
Nuestro trabajo en Myanmar
Nuestros equipos trabajan en Myanmar desde 1992 centrándose en la atención del VIH y la tuberculosis, respuestas de emergencia a desastres y conflictos nacionales. Además, también brindamos apoyo a la población Rohingya perseguida en Rakhine.
En 2015, MSF fue el mayor proveedor de antirretrovirales con más de 35.000 pacientes. Luego, comenzamos a transferir pacientes al Programa Nacional de Sida para descentralizar la atención.
Las prohibiciones y el conflicto en la región nos obligaron a cerrar clínicas en Rakhine, Kachin y el norte de Shan. La atención ahora está fragmentada y depende del acceso a pacientes y suministros.
Regiones donde seguimos operando:
- Kachin: Brindamos atención a sobrevivientes de violencia sexual, VIH, tuberculosis y atención primaria. También apoyamos a programas nacionales.
- Shan del Norte: En Muse, nuestra única clínica activa, se ofrece salud sexual, planificación familiar, atención infantil y prenatal.
- Rakhine: Las clínicas de MSF han sido suspendidas y fuertemente restringidas en todo el estado. Nuestros equipos realizan derivaciones de emergencia, distribución de suministros y detección de desnutrición cuando es posible.
- Yangon: Continuamos apoyando al Hospital de Tuberculosis y el Laboratorio Nacional. Logramos ampliar nuestros servicios de atención primaria de salud existentes para incluir el tratamiento de la hepatitis C y la detección y vacunación contra la hepatitis B.
- Tanintharyi: Nuestros equipos ofrecen atención a las personas infectadas por VIH, enfermedades crónicas y consultas en torno a salud reproductiva. Se incluyen controles prenatales y planificación familiar.