Nuestro tren sanitario ya evacuó a más de 200 pacientes con afecciones neurológicas y psiquiátricas desde un atestado hospital de la ciudad de Járkov, en el este de Ucrania, a instalaciones de la región de Kiev. Antes de su evacuación, los y las pacientes se enfrentaban a condiciones extremadamente difíciles con escaso acceso a la atención y a la higiene y algunos tenían que dormir en el suelo.
Los centros de salud y los hospitales situados en la primera línea de fuego en el este y el sureste de Ucrania se enfrentan a graves problemas para seguir atendiendo a sus pacientes. Muchos padecen cortes de agua y electricidad, problemas para satisfacer necesidades básicas como la alimentación, dificultades para acceder a la medicación que requieren sus pacientes y un riesgo extremo debido a la proximidad de los combates.
«He viajado en un vagón en el que teníamos nueve personas postradas. Cuando les daba de comer, pedían dos platos. Estaban hambrientas, se les podían ver los huesos y las costillas. Parecía que llevaban mucho tiempo desnutridas. Era difícil de ver», asegura nuestro enfermero Denys Babiy.
A principios de septiembre, los y las pacientes se encontraban en un centro ubicado justo en la línea del frente en el oblast (unidad administrativa) de Járkov. Se estaba llevando a cabo un proceso de evacuación cuando, según informes, el centro fue bombardeado y murieron cuatro miembros del personal médico y dos pacientes. Posteriormente, los pacientes fueron trasladados a un hospital de la ciudad de Járkov que pasó de albergar 400 a más de 1.000.
“El hospital de Járkov recibió 650 pacientes que habían sido evacuados de una institución psiquiátrica situada muy cerca de la frontera rusa, en el norte de Járkov”, afirma Emilie Fourrey, coordinadora de nuestro tren de evacuación médica.
«Tras recibir a tantos pacientes y a pesar de los esfuerzos del personal, las condiciones del hospital se volvieron realmente complicadas. Carecían de camas, medicamentos y personal suficientes para atender a todos», explica Borys Potapov, nuestro médico que acompañó a los pacientes desde Járkov a Kiev.
© MSF/Hussein Amri.
Las autoridades sanitarias ucranianas nos solicitaron que ayudáramos a aliviar la presión sobre el hospital trasladando a 210 pacientes a instalaciones sanitarias de Kiev. El Ministerio de Salud seleccionó a los pacientes que debían ser trasladados y nos informaron de sus condiciones médicas. Donamos al hospital artículos de higiene como jabón, champú y artículos de aseo antes de organizar la evacuación. Los pacientes fueron trasladados en autobuses y en una ambulancia del Ministerio de Salud hasta la estación de tren de Járkov, donde subieron a nuestro tren sanitario.
El primer tren partió el 23 de septiembre, con nuestro personal médico habitual apoyado por enfermeras y un psiquiatra del Ministerio de Salud para asistir a los pacientes durante el viaje.
«Hicimos dos viajes en 36 horas, transportando a pacientes con diversas patologías. Algunos eran personas mayores con enfermedades neurológicas como párkinson o alzhéimer. También tuvimos muchos pacientes con trastornos psicóticos agudos, especialmente en este último viaje», afirmaba Emilie Fourrey ya en el andén de la estación de Kiev tras concluir el segundo traslado.
«Algunos de los pacientes estaban, como es lógico, bastante agitados, pero el viaje a Kiev transcurrió sin problemas. Los pacientes serán trasladados a dos centros diferentes de la capital donde MSF hará un seguimiento para comprobar su estado», añade Emilie Fourrey.
Gestionamos un servicio de derivación en ambulancia desde 11 hospitales cercanos a la línea del frente en el este y el sureste de Ucrania. Solo en las tres primeras semanas de septiembre, 277 pacientes fueron trasladados a centros más alejados de los combates. La gran mayoría de estos pacientes habían sufrido traumas violentos y pudieron recibir un buen nivel de atención. Sin embargo, como demuestra la experiencia de los pacientes con trastornos psiquiátricos y neurológicos, ser trasladados desde hospitales situados en primera línea de fuego a otros centros no es garantía de recibir una atención sanitaria adecuada si los hospitales que los reciben están saturados, especialmente si los pacientes tienen necesidades sanitarias complejas y crónicas. Evacuar a los pacientes a hospitales del oeste del país, lejos de los combates, puede aliviar la presión sobre los centros sanitarios.
El 27 de septiembre, visitamos a algunos de los pacientes evacuados en un hospital psiquiátrico de la región de Kiev. Un trabajador del Ministerio de Salud explicó que algunos pacientes les habían dado las gracias por encontrarse en un entorno mucho mejor que el hospital cerca del frente en el que fueron acogidos en primera instancia. A pesar de estas mejoras, los pacientes siguen teniendo importantes necesidades sanitarias. Una enfermera comentó que, en sus muchos años de atención a pacientes en centros psiquiátricos, nunca habían visto a pacientes en tan mal estado mental y físico.