Vacunas: tipos, desarrollo y efectos

Tipos de vacunas, cómo se desarrollan y cómo actúan en el organismo. Una revisión sobre su producción, efectos, mitos comunes y recomendaciones médicas

Las vacunas son unas de las herramientas médicas más efectivas para proteger a la población mundial contra enfermedades peligrosas. Salvan millones de vidas cada año y contribuyen a controlar epidemias.

A pesar de su eficacia, aún existen grandes desafíos en su distribución, especialmente en zonas de conflicto y crisis. Nuestro compomiso se basa en garantizar que las personas en situación de emergencia humanitaria también tengan acceso a vacunas que salvan vidas.

La importancia de la inmunización

vacunación a persona mayor
Equipos médicos móviles de MSF vacunando a ancianos y trabajadores sanitarios de primera línea en una residencia de ancianos en Trípoli. © Mohamad Cheblak/MSF

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las vacunas previenen entre 3,5 y 5 millones de muertes cada año por enfermedades como la difteria, el tétanos, la tos convulsa, la gripe y el sarampión. Son especialmente vitales en regiones con acceso limitado a la atención médica, ya que ayudan a prevenir epidemias y a reducir la presión sobre sistemas de salud frágiles.

La pandemia de COVID-19 interrumpió gravemente los servicios de salud en muchas zonas. La producción y distribución de vacunas se vieron afectadas y millones de niños perdieron sus esquemas de vacunación de rutina. Desde 2020, esto ha generado brechas de inmunización alarmantes, especialmente en comunidades vulnerables.

En países afectados por conflictos armados, como la República Democrática del Congo (RDC), la cobertura de inmunización ya era baja antes de la pandemia. En 2023, se reportaron más de 300.000 casos de sarampión y casi 6.000 muertes relacionadas en RDC, es decir, unos 50.000 casos más que antes del inicio de la pandemia de COVID-19.

Solo el 38% de los niños estaban completamente vacunados en 2023, frente al 45% en 2022. Se estima que unos 2 millones de niños en la RDC siguen sin inmunizarse contra el sarampión.

¿Cómo actúan las vacunas en el organismo?

vacunación a niña contra el cólera
Una enfermera de MSF vacuna a una niña contra el cólera en una de las escuelas de Arsal, valle de la Bekaa, Líbano. © Carmen Yahchouchi

Las vacunas entrenan al sistema inmunológico para reconocer y combatir a los patógenos sin causar la enfermedad real. Contienen virus inactivos o debilitados, o fragmentos de ellos, que estimulan al sistema inmune a producir anticuerpos.

Estos anticuerpos, junto con las células de memoria, aseguran que el cuerpo pueda generar una respuesta rápida y efectiva cuando se la expone al patógeno real. En algunos casos, esta protección puede durar toda la vida; en otros, se requieren dosis de refuerzo.

Tipos de vacunas

tipos de vacunas
Equipos médicos móviles de MSF vacunan a ancianos y personal sanitario de primera línea en una residencia de ancianos de Trípoli. © Mohamad Cheblak/MSF

Existen diferentes tipos de vacunas, según la tecnología aplicada y el objetivo médico:

  • Vacunas vivas: utilizan una forma debilitada del patógeno. Se replican en el organismo, pero no provocan la enfermedad. Un ejemplo es la inmunización triple vírica contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR, por sus siglas en inglés).
  • Vacunas inactivas: están compuestas por patógenos muertos o fragmentos de ellos. Suelen requerir dosis de refuerzos para lograr una protección duradera. Ejemplos de estas incluyen la inmunización contra la hepatitis B, la difteria y el tétanos.
  • Vacunas de ARN mensajero (ARNm): contienen instrucciones genéticas que hacen que el cuerpo produzca un antígeno específico, lo que desencadena una respuesta inmunitaria sin introducir el patógeno real. Este tipo de inmunización se hizo ampliamente conocido con las vacunas contra el COVID-19 desarrolladas durante la pandemia de 2020.
  • Vacunas de vector viral: utilizan virus inofensivos como vehículos para introducir material genético en el cuerpo, lo que provoca una reacción inmunitaria. Este tipo incluye la inmunización contra el ébola y algunas vacunas contra el COVID-19, como las de AstraZeneca y Johnson & Johnson.

Desarrollo de las vacunas y su seguridad

cómo se desarrollan las vacunas
Peter Par Koang, técnico de laboratorio de MSF, examina muestras de sangre con un microscopio en el hospital de MSF en Old Fangak. © Florence Miettaux

El desarrollo de vacunas es un proceso de múltiples etapas que puede llevar varios años. Este proceso incluye:

  • Fase preclínica: pruebas de laboratorio en cultivos celulares y en animales para evaluar la seguridad.
  • Ensayos clínicos: pruebas en humanos en tres fases para evaluar la seguridad y la eficacia.
  • Autorización: las agencias regulatorias como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), evalúan los datos y aprueban la vacuna.
  • Supervisión postcomercialización: tras la aprobación, las vacunas continúan siendo monitoreadas para detectar posibles efectos adversos o efectos a largo plazo.

El rápido desarrollo de la inmunización contra el coronavirus demostró que la colaboración científica y la inversión pueden acelerar su disponibilidad sin comprometer la seguridad.

Sin embargo, la industria farmacéutica suele utilizar la protección por patentes para priorizar las ganancias por encima del acceso. Seguimos abogando por una distribución equitativa de las herramientas de inmunización y por un acceso asequible para todas las personas.

Recomendaciones de inmunización

En respuesta al aumento de casos de difteria en la provincia chadiana de Batha, los equipos de MSF, en colaboración con el Ministerio de Salud, han lanzado una campaña de vacunación contra la difteria en el centro del país. © Johnny Vianney Bissakonou/MSF

La OMS y las agencias nacionales de salud elaboran guías de vacunación basadas en datos médicos y epidemiológicos. Las vacunas incluidas en los esquemas de inmunización infantil suelen contemplar:

  • BCG (contra la tuberculosis)
  • Difteria, tétanos y tos convulsa (DTaP)
  • Sarampión, paperas y rubéola (MMR)
  • Poliomielitis
  • Hepatitis B (incluida la dosis al nacer)
  • Enfermedades neumocócicas
  • Rotavirus
  • VPH (virus del papiloma humano)
  • Enfermedades meningocócicas
  • Influenza (gripe)
  • Varicela
  • Fiebre amarilla
  • Malaria

También se recomienda que las personas adultas mantengan actualizadas sus vacunas, incluyendo la vacuna anual contra la gripe, los refuerzos de tétanos, refuerzos y las vacunas contra el COVID-19.

Mitos y verdades sobre las vacunas

Existen muchos mitos en torno a las vacunas que pueden generar dudas o desinformación. Afortunadamente, podemos contrarrestarlos con datos científicos comprobados:

Verdad: las vacunas utilizan patógenos debilitados, inactivos o fragmentos de ellos, que no pueden causar la enfermedad. Los efectos secundarios como fiebre leve o dolor en el lugar de la aplicación suelen ser temporales y son una señal de que el sistema inmunológico está funcionando. Las reacciones graves son extremadamente raras.

Verdad: el sistema inmune enfrenta miles de microorganismos cada día. Las vacunas lo exponen a una cantidad controlada de antígenos, lo que le permite generar una respuesta específica sin sobrecargarse.

Verdad: las infecciones en personas no vacunadas pueden causar complicaciones graves o incluso la muerte. Las vacunas brindan protección segura sin exponer a las personas a esos riesgos.

Inmunización y su rol combatiendo las enfermedades

Un punto instalado por MSF en la zona de salud de Bangabola, RDC. Durante esta intervención de emergencia, el equipo inmunizó contra el sarampión a más de 33.000 niños de entre 6 y 59 meses. © Pacom Bagula/MSF

Las vacunas han contribuido a controlar o eliminar muchas enfermedades. La viruela fue erradicada a nivel mundial gracias a la vacunación. La poliomielitis sigue siendo endémica en unos pocos países y los casos de sarampión han disminuido significativamente en las zonas con alta cobertura de vacunación.

Sin embargo, la cobertura de vacunación sigue siendo peligrosamente baja en muchas regiones. Según el informe de inmunización de la OMS de 2024, solo el 52% de las personas en RDC han recibido la primera dosis de la vacuna contra el sarampión. En Yemen, la cifra es apenas el 45%. Para lograr la inmunidad colectiva, se requiere al menos un 95% de cobertura.

Distribución de vacunas en contextos de crisis humanitarias

Nuestros equipos vacunaron contra el sarampión a 62.645 niños de entre 6 meses y 9 años en la zona de salud de Ingende, RDC. Nuestros equipos, promotores de salud y referentes comunitarios trabajaron intensamente para lograr la participación de todas las comunidades. © MSF

En las crisis humanitarias, las vacunas pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Nuestros equipos llevan a cabo campañas de vacunación a gran escala en zonas afectadas por crisis o conflictos, con el objetivo de prevenir y responder a brotes epidémicos.

Sin embargo, el acceso a las vacunas suele verse obstaculizado por barreras logísticas, cadenas de suministro frágiles y restricciones en zonas de conflicto. Por eso, desde MSF abogamos por una provisión global de vacunas que sea justa, asequible y equitativa, para que nadie quede atrás.

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