Las lluvias extremas y las inundaciones que azotaron el estado de Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, aislaron y obligaron a la evacuación de ciudades enteras.
Las carreteras quedaron destruidas, hubo puentes derribados y el principal aeropuerto en la capital, Porto Alegre, está cerrado indefinidamente. Más de 460 municipios del estado, de un total de 497, han sido afectados.
Sobre todo, las inundaciones tuvieron un costo humano irreparable. Según datos provisionales, más de 150 personas murieron y unas 100 siguen desaparecidas.
Muchas personas se encuentran sin agua, electricidad y servicios básicos. Más de 2 millones de personas se vieron afectadas y más de 600 mil han sido desplazadas. En muchos lugares se están construyendo refugios improvisados para recibir a personas que no saben cuándo o si podrán regresar a sus hogares.
“La situación es catastrófica. Cuando llegamos y recorrimos la región en helicóptero, pudimos observar los pueblos desde arriba y notamos que en algunos casos ni siquiera podíamos ver los techos de las casas. Hay kilómetros y kilómetros y lo único que hay es agua”.
Coordinadora médica de nuestra organización, Rachel Soeiro.
Brasil en estado de emergencia: impacto y respuesta
Nuestros equipos de emergencia están respondiendo al desastre climático en Rio Grande do Sul con actividades centradas principalmente en las poblaciones más vulnerables.
“Asistir a las personas más vulnerables es una de nuestras principales preocupaciones en estas situaciones. Estas personas ya se enfrentaban a situaciones difíciles antes de las inundaciones. Pero sus necesidades han aumentado aún más y el acceso a ellos se ha vuelto más difícil.”
Coordinadora médica de nuestra organización, Rachel Soeiro.
Estamos colaborando con las autoridades sanitarias indígenas locales a través de la provisión de asistencia médica, suministros de medicamentos, agua y alimentos a las comunidades indígenas.
Visitamos comunidades indígenas como Guajayvi y Kurity, en los municipios de Charqueadas y Canelas. En uno de los casos, la población había quedado totalmente aislada por la crecida de las aguas y llevaba ya más de diez días sin ayuda.
Ayuda médica y psicológica a las víctimas de las inundaciones en Brasil
También cooperamos con las autoridades para facilitar la entrega de agua y alimentos a zonas aisladas. Como la mayoría de las carreteras están bloqueadas, organizar el transporte es muy complejo. A muchos lugares sólo se puede llegar en helicóptero.
En la ciudad de Canoas, en la región metropolitana de Porto Alegre, estamos instalando dos clínicas móviles con equipos de médicos, enfermeras, psicólogos y promotores de salud que comenzarán a trabajar en los albergues en los próximos días.
Además, ofrecemos capacitación remota sobre primeros auxilios de salud mental a profesionales que ayudan a las víctimas de las inundaciones. El apoyo a la salud mental seguirá siendo uno de nuestros objetivos en las actividades de emergencia que llevamos adelante, junto con las consultas médicas.
«Sabemos por nuestra experiencia que existe una gran necesidad de apoyo psicosocial y de salud mental en situaciones de emergencia y la demanda proviene tanto de la población como de los profesionales que están en primera línea.»
Psicólogo de nuestra organización, Álvaro Palha.
El escenario en la región sigue siendo muy volátil, con un clima inestable que puede provocar inundaciones adicionales o retrasar el regreso de las personas a sus hogares.
Estamos monitoreando permanentemente la situación y podemos adaptar nuestra respuesta para brindar la mejor asistencia posible de acuerdo con las necesidades más urgentes.
El año pasado, implementamos un proyecto de salud mental para apoyar a las víctimas del desastre socioambiental que afectó a Rio Grande do Sur. Entre septiembre y noviembre de 2023, brindamos una respuesta de emergencia a las personas afectadas por un ciclón e inundaciones en localidades del valle de Taquari.
Durante aproximadamente tres meses, ofrecimos capacitación a profesionales locales, incluidos psicólogos, trabajadores sociales y profesionales de la educación. También donamos kits de higiene y realizamos actividades de promoción de la salud a personas que tuvieron que trasladarse a albergues.
Lamentablemente, la misma región resultó gravemente afectada por el nuevo desastre y recientemente fue visitada por nuestros equipos.