Enfermedad renal crónica: síntomas, causas y tratamiento

La enfermedad renal crónica es la pérdida gradual de la función de los riñones y no tiene cura. Estos órganos son los encargados de filtrar los desechos de la sangre. Si no trabajan como deberían, pueden traer graves complicaciones para la salud.

La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es un problema que alcanzó proporciones epidémicas a nivel mundial, y la región latinoamericana no es una excepción.

A pesar de no tener cura, la insuficiencia renal puede ser tratada a través de distintas medidas que ayudan a controlar los síntomas, reducir las complicaciones y retrasar la progresión de la enfermedad.

El acceso al cuidado de la salud renal es un derecho que debe ser garantizado a todas las personas.

¿Qué es la enfermedad renal crónica?

Es importante la detección temprana en pacientes con la enfermedad renal crónica.
Imagen de archivo de 2022: Nuestro equipo interdisciplinario supervisa la visita de personas identificadas con enfermedad renal crónica de origen no tradicional en Guatemala ©MSF/Arlette Blanco.

La enfermedad renal crónica, también conocida como insuficiencia renal crónica, es la pérdida gradual de la función renal.

Los riñones filtran los desechos y el exceso de líquidos de la sangre, que luego son excretados en la orina. Cuando la enfermedad renal crónica alcanza una etapa avanzada, niveles peligrosos de líquidos, electrolitos y los desechos pueden acumularse en el cuerpo.

Las alteraciones estructurales del riñón pueden manifestarse por anormalidades en estudios histopatológicos, estudios de imagen o estudios laboratorio (sangre u orina).

Síntomas

Es importante la detección temprana en pacientes con la enfermedad renal crónica.
Imagen de archivo de 2020: Destacamos la urgente necesidad de atender a los pacientes con enfermedad renal crónica ©MSF.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los signos de la enfermedad renal crónica se desarrollan con el paso del tiempo y el daño renal suele avanzar lentamente y muchas veces resulta imperceptible hasta que los riñones ya casi dejen de trabajar.

Los síntomas pueden incluir:

  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Pérdida de apetito.
  • Fatiga y debilidad.
  • Problemas de sueño.
  • Cambios en la producción de orina.
  • Disminución de la agudeza mental.
  • Espasmos musculares y calambres.
  • Hinchazón de pies y el tobillo.
  • Presión arterial alta.

Causas y factores de riesgo

Existen determinados factores que pueden aumentar el riesgo de contraer una enfermedad renal crónica, tales como la diabetes, la presión arterial alta, enfermedades del corazón, el tabaquismo y la obesidad. De las aquí nombradas, las dos primeras son las causas más comunes.

A su vez, varios medicamentos pueden causar insuficiencia renal, especialmente los analgésicos y los antiinflamatorios, si se toman durante mucho tiempo.

Tratamientos para la enfermedad crónica renal

Atención a pacientes con insuficiencia renal.
Imagen de archivo 2020: La enfermedad renal crónica no tiene cura pero existen diversos tratamientos disponibles para retrasar la progresión de la enfermedad ©MSF.

En las etapas tempranas de la ERC (Estadíos 1 a 3) el tratamiento puede realizarse en el primero y segundo nivel de atención en salud, mientras que en los estadios 4 y 5 el tratamiento es sustitutivo con diálisis o trasplante renal y por tanto es de nivel hospitalario especializado.

El control más costo efectivo de la ERC es la prevención mediante el control de los factores de riesgo, ya que durante los primeros tres estadios de la enfermedad, ésta es asintomática.

Enfermedad Renal Crónica: uno de los principales problemas de salud pública en Guatemala

La Enfermedad Renal Crónica no tradicional (ERCnT) es uno de los principales problemas de salud pública en Guatemala y su impacto ha prevalecido en los últimos años, manifestándose en un aumento de mortalidad.

En el 2023 se registraron doce nuevos casos diarios de personas con insuficiencia renal, esto se ha agravado por condiciones como la hipertensión y diabetes. La mayoría de los pacientes están en fase avanzada de la enfermedad, por lo que requieren tratamientos de hemodiálisis y diálisis peritoneal.

En el 2020, el departamento de Escuintla, situado en el centro-sur de Guatemala, se destacó como el segundo con mayor prevalencia y el cuarto con mayor incidencia de ERC en el país.

Ante esta situación, desde 2021, hemos iniciado un proyecto junto al Ministerio de Salud y otras entidades en tres municipios del departamento de Escuintla, con el fin de fortalecer el sistema de salud local para la prevención, el diagnóstico temprano, tratamiento y vigilancia de la enfermedad crónica renal.

Charlas informativas sobre la enfermedad renal crónica.
Imagen de archivo de 2020: Promovemos espacios para explicar en qué consiste la enfermedad renal crónica a través de talleres informativos y capacitaciones para la comunidad local en Escuintla, Guatemala ©MSF.

“Durante el transcurso de nuestras actividades comprobamos que las consecuencias de esta enfermedad impactan la calidad de vida de los pacientes y sus familias, desde la necesidad de abandonar empleos por búsqueda de la atención y tratamientos requeridos o perdida de trabajo por estar con afectación renal, hasta cambiar los hábitos alimenticios y cambio de rutinas de vida que también afectan a sus personas cercanas

Dra. Miriam de León, coordinadora de nuestro proyecto en Guatemala.

La insuficiencia renal debe ser una preocupación esencial en las agendas de salud

En los últimos tres años, nos enfocamos en mejorar el acceso de los pacientes a través de un modelo de atención de salud integral que comprendía la realización de tamizajes, análisis de laboratorio, capacitaciones y mejoramiento de centros de salud.

El involucramiento comunitario y el trabajo en conjunto con las comisiones de salud fue un componente fundamental del proyecto.

Dada las dificultades económicas de muchos pacientes y la ubicación de los principales centros de diálisis en Ciudad de Guatemala, también apoyamos con los gastos del transporte y alimentos para paliar la crisis por pérdida de empleo, soporte en hospedaje y pago de exámenes complementarios.

Realizamos 5.353 tamizajes que comprenden el periodo del 2021 al 2023 en el rango de la población mayor a 13 años y menor a 60 años. De ellos, identificamos 1.029 pacientes con sospecha de ERC, pero solo el 39% confirmaron un diagnóstico tres meses más tarde. También 687 pacientes presentaron comorbilidades como diabetes e hipertensión.

Pese a los avances logrados durante este tiempo, las restricciones presupuestarias que enfrentamos nos obligaron a tomar la decisión de cerrar el proyecto para enfocarnos en otras actividades humanitarias en el país.

Sin embargo, persiste la necesidad urgente para que las autoridades sanitarias implementen programas de salud renal en todas las zonas afectadas y aseguren la continuidad de las acciones iniciadas en los tres municipios. A pesar de los esfuerzos realizados, la enfermedad renal crónica es una preocupación grave para Guatemala. 

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