La asistencia humanitaria para las personas que viven en el sur de Siria debe aumentar significativamente. Médicos Sin Fronteras (MSF) publicó dos informes: East Daraa, Siria, Baseline Assessment y East Daraa, Syria, First Follow-Up Assessment que resaltan las flagrantes necesidades de atención médica de las comunidades que viven en el este de Daraa, al sur del país.
Utilizando datos exclusivos, los informes visibilizan el impacto del conflicto sirio en las personas. Revelan cómo la violencia ha provocado el desplazamiento de casi la mitad de la población del este de Daraa en los últimos años y resaltan las brechas de salud peligrosas para las madres y los niños en el área, incluyendo tasas alarmantes de partos arriesgados en el hogar y atención prenatal deficiente.
Los informes también apuntan a altas tasas de embarazo y bajas tasas de uso de planificación familiar en el área. Además, hasta el 60% de los niños menores de 5 años no han recibido todas las dosis necesarias de vacunas contra enfermedades prevenibles. Las encuestas también encontraron que para casi la mitad de los hogares que habían perdido a un miembro de su familia dentro de los 12 meses anteriores a las evaluaciones, la causa de la muerte fue un incidente militar.
Los informes se basan en dos encuestas comunitarias de salud a gran escala que MSF llevó a cabo en ciudades y pueblos del este de Daraa, una zona con una población de aproximadamente 200.000 habitantes, en julio de 2016 y mayo de 2017. En cada evaluación, los trabajadores de salud comunitarios entrevistaron a más de 4.000 individuos, al azar, seleccionados sobre sus necesidades de salud y calidad de vida.
El estudio revela que a medida que evoluciona el conflicto, de casi siete años, en Siria, las necesidades de atención médica en la región se han agudizado en algunos casos. Esto sugiere que el volumen de asistencia humanitaria que llega al pueblo sirio y el acceso de las organizaciones de ayuda son insuficientes y que debe aumentar significativamente para satisfacer las crecientes necesidades de atención médica.
Una generación entera destruida
«Hablamos con personas cuyas viviendas sufrieron daños, en algunos casos múltiples veces, por ataques aéreos y que viven en condiciones de vulnerabilidad», dijo el Dr. Ghassan Aziz, gerente del programa de vigilancia de la salud en el Centro para el Avance de la Medicina Humanitaria de MSF en Amman.
«Nuestros datos muestran que las mujeres y los niños tienen la mayor dificultad para acceder a una atención médica adecuada. Se debe aumentar la asistencia humanitaria, y para las personas que viven en el sur de Siria en particular, la forma más eficiente de entregar esa ayuda es a través de las fronteras».
Desafíos para el personal médico
«La guerra ha tenido un profundo efecto psicológico y físico», dijo un farmacéutico de MSF en el sur de Siria.
«Algunas personas han sido heridas físicamente en ataques aéreos. También hay heridas menos visibles. Una generación entera ha sido completamente destruida debido a la crisis».
Un cirujano de un hospital de MSF en el sur de Siria dijo que aunque la violencia ha disminuido, la guerra ha dejado infraestructura dañada y falta de personal sanitario experimentado.
«Nos enfrentamos a desafíos en todos los niveles», explicó.
«Para acceder a la atención médica, muchas personas tienen que viajar largas distancias. El transporte es costoso y mucha gente simplemente no puede pagarlo. Las instalaciones de salud en funcionamiento están dispersas y la mayoría de los hospitales están mal equipados. En algunos casos, los pacientes deben viajar a dos o tres lugares para recibir atención médica adecuada, y a veces tienen que ir hasta Damasco para recibir el tipo de atención que necesitan».
El Dr. Aziz señaló que, si bien los hallazgos de los estudios revelan una serie de áreas de preocupación, las necesidades de atención médica en otras partes de Siria son potencialmente más preocupantes.
«Los hallazgos de ambas evaluaciones en Daraa oriental son muy representativos de la población siria en esa área», dijo.
«Desafortunadamente, no hemos podido alcanzar y evaluar la situación en otras áreas afectadas por el conflicto de la misma manera, y donde el acceso a la atención médica podría ser aún más problemático».
La dificultad de brindar ayuda humanitaria
Dado el alcance de las necesidades de salud en las áreas investigadas, MSF reconoce la renovación del Consejo de Seguridad de la Resolución 2165 (ahora conocida como 2393), que permite a las agencias humanitarias continuar usando rutas a través de líneas de conflicto y cruces fronterizos para entregar ayuda a Siria.
Sin embargo, incluso con el marco fronterizo establecido, las organizaciones humanitarias luchan por brindar asistencia a 13.1 millones de sirios que necesitan ayuda, incluidos 6.1 millones de desplazados internos y tres millones que viven en zonas sitiadas.
MSF no está actualmente presente en áreas controladas por el gobierno en Siria, a pesar de solicitar acceso desde Damasco. Nos preocupa la falta de alternativas a la asistencia fronteriza, ya que las entregas de ayuda humanitaria en línea cruzada de la capital siria siguen siendo de alcance y cobertura geográfica limitados, mientras que las necesidades siguen siendo elevadas.
«La entrega fronteriza de ayuda sigue siendo una cuerda de salvamento vital para millones de sirios, y es esencial para los esfuerzos de MSF para satisfacer las necesidades en el sur de Siria», dijo Aitor Zabalgogeazkoa, jefe de la Unidad y Centro para Oriente Medio de MSF para el avance de la Medicina Humanitaria.
«Todavía se sigue necesitando de una ayuda humanitaria sin obstáculos e independiente para llegar a los más afectados por el conflicto».
Durante 2016, en las instalaciones dirigidas o administradas directamente por MSF y las clínicas móviles en toda Siria, se proporcionaron 372.000 consultas ambulatorias, se distribuyeron 5.300 kits médicos de socorro y 2.000 partos asistidos. Otras instalaciones que reciben asistencia a través de los programas de apoyo de MSF, donde el personal de MSF no está presente en el terreno, proporcionaron un total de 2.2 millones de consultas externas, 770.000 consultas en salas de emergencia y 225.000 operaciones quirúrgicas. MSF no está presente en áreas controladas por el gobierno en Siria, a pesar de solicitar repetidas veces el acceso desde Damasco. En 2016, MSF gastó más de 40 millones de euros para apoyar los servicios de salud en toda Siria, entregados principalmente a través del uso de rutas fronterizas.