El pasado sábado fue un día de pesadilla en el Mediterráneo: el Aquarius, el buque que operamos junto a Sos Meditérranée, rescató a 99 personas de un bote de goma que se estaba hundiendo. Según nos han podido confirmar nuestros compañeros, dos mujeres han muerto, pero se cree que un número desconocido de hombres, mujeres y niños, habrían fallecido ahogados.
«La escena fue terrible. Los casos críticos y urgentes se sucedían uno tras otro; los rescatados llegaban inconscientes y sin respiración”, explica nuestra enfermera Aoife Ni Mhurchu, enfermera de MSF.
Decenas de personas ya estaban en el agua cuando el Aquarius alcanzó esa zona. Alrededor de las 9.30 horas del pasado sábado 27 de enero.
La balsa de goma en la que viajaban ya se estaba desinflando. El Aquarius desplegó todos los dispositivos flotantes de salvamento, la tripulación lanzó flotadores y salvavidas, se desplegaron las lanchas y el equipo de rescate comenzó a sacar gente del agua.
Nuestro equipo médico a bordo del Aquiarius reanimó a seis niños pequeños y a una mujer. No obstante, dos mujeres no respondieron a las maniobras de reanimación y murieron.
«Es absolutamente desolador. Estas mujeres eran madres. Ahora estamos tratando de cuidar a sus bebés a bordo del Aquarius», dijo Ni Mhurchu.
Un total de 16 personas, todas las urgencias médicas y sus cuidadores, fueron evacuadas por un helicóptero de la Armada italiana a Sfax, Túnez. Entre ellas, estaban los seis niños reanimados y varias mujeres que presentaban agua en los pulmones.
Nuestro equipo también trató muchas quemaduras graves provocadas por el combustible, así como más de una docena de casos de hipotermia leve y moderada. Además, muchos supervivientes estaban desorientados y confundidos por la inhalación de gasoil derramado dentro de la balsa.
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