Contacto diario con el paciente (María José Cáceres)
“La vocación de trabajar en enfermería pasa por el poder estar en contacto diario con el paciente, por ver su proceso y evolución en la enfermedad y en el tratamiento. En los lugares donde como enfermera vas con Médicos Sin Fronteras, se dan situaciones mucho más extremas, donde el sufrimiento lo ves día a día. Se trabaja mucho con las madres, sobre todo cuando estás tratando a niños malnutridos severos, con pocas posibilidades de vivir. Estamos presentes sobre todo en estas situaciones extremas, brindando un apoyo humano. Como enfermera, trabajar en Médicos Sin Fronteras te permite realizar tu vocación, ayudando a las personas que más lo necesitan en ese momento crucial. La acción humanitaria es el acto más humano que la persona puede tener, de persona a persona. Es estar en el momento más duro que atraviesa un ser humano”.
La importancia de la esterilización de insumos médicos (Matías Sáez Osorio)
“[Una de las tareas diarias era en] el servicio de esterilización donde se realizaba la desinfección y limpieza del material que se usaba en el hospital. Este es uno de los servicios críticos donde los procesos deben ser seguidos al pie de la letra para garantizar la seguridad de los pacientes, prevenir contaminación y posibles infecciones dentro del centro hospitalario”.
La adaptación a contextos dinámicos (Elsa Pereda)
“Si bien cuando llegamos a terreno tenemos designada una función, también en muchos momentos tenemos que saber adaptarnos a distintas situaciones para brindar asistencia, ya sea si se presenta una emergencia o para acompañar a los equipos en el terreno. Creo que los que ya tenemos algunos años de trabajo con Médicos Sin Fronteras, sabemos que cada día tenemos que tener disponibilidad, flexibilidad y polivalencia”.