De los pacientes que dieron positivo por Ébola y fueron ingresados en el CTE de Mangina, 29 se han recuperado y regresado con sus familias, mientras que tres siguen bajo tratamiento.
«Estamos en un punto crucial de la epidemia», afirma Berangère Guais, coordinadora de emergencia de MSF en Beni. “El número de pacientes en el centro de tratamiento se ha reducido significativamente, pero han surgido nuevos casos de varias cadenas diferentes en los últimos días. Debemos continuar trabajando con la comunidad para generar confianza y garantizar que todas las personas que presentan síntomas de la enfermedad por el virus del Ébola sean aisladas y diagnosticadas rápidamente. Simplemente no podemos bajar la guardia hasta que se declare terminada la epidemia».
El 1 de agosto, en vísperas de la declaración de la primera epidemia de Ébola en la provincia de Kivu Norte, nuestros equipos que estaban trabajando en un hospital en Lubero llegaron a Mangina, el epicentro del brote. Inmediatamente comenzaron a organizar una respuesta contra el virus en colaboración con el Ministerio de Salud congoleño. En los días siguientes, personal experimentado de MSF llegó de toda la República Democrática del Congo y el mundo para ayudar a capacitar a los integrantes del personal local y trabajar con ellos para cuidar a los enfermos y evitar la propagación del brote.
«Sabíamos que teníamos que actuar rápido. Cuando llegamos, vimos que el centro de salud local en Mangina estaba abrumado. Varios miembros del personal sanitario estaban enfermos y el número de pacientes aumentaba diariamente. Hacían lo mejor que podían, pero todos estaban hacinados en una sala del hospital. Tuvimos que trabajar rápidamente para mejorar la situación, tanto para los pacientes como para el personal del centro», explica Patient Kamavu, un experimentado enfermero del equipo de respuesta rápida a emergencias de MSF en República Democrática del Congo, que llegó al lugar el 3 de agosto.
Para el 6 de agosto, habíamos mejorado la seguridad de la unidad de aislamiento para pacientes con casos sospechosos y confirmados en un pabellón del Centro de Salud de Mangina; y construido otra dentro del Hospital General de Referencia en Beni. El equipo también había comenzado la construcción un Centro de Tratamiento en Mangina.
El Centro de Tratamiento de Ébola en Mangina, con capacidad para atender a 68 pacientes y expandir su capacidad a 74 camas en caso de ser necesario, fue inaugurado el 14 de agosto. Treinta y siete pacientes fueron transferidos de la unidad de aislamiento en Mangina al Centro de Tratamiento de Ébola ese día. La sala de aislamiento de Beni fue completada y entregada al Ministerio de Salud, quien asignó su gestión a otra ONG.
«Nosotros nos enfocamos en la atención a los pacientes, mientras nuestro equipo de logística y agua y saneamiento trabajaba día y noche para completar un centro de tratamiento donde se pudiera atender a los pacientes de manera segura», explica Patient.
«Era increíble, hacíamos visitas al sitio un día después y veíamos un hospital totalmente diferente».
También costruimos y abrimos un centro de tránsito con capacidad de 7 camas en Makeke (en la frontera entre Kivu Norte e Ituri) el 28 de agosto, como respuesta a la aparición de varios casos en el área y la resistencia de la comunidad a las transferencias hacia Mangina, como medida temporal mientras que otra organización construye un Centro de Tratamiento de Ébola. Ahora, los pacientes con casos sospechosos pueden ser aislados y recibir la prueba para detectar el virus del Ébola cerca de sus hogares. Solo serán derivados por carretera a uno de los centros de tratamiento en caso de dar positivo en la prueba.
Durante el curso de esta epidemia, también hemos podido ofrecer nuevos tratamientos a pacientes con infecciones confirmadas de Ébola bajo un protocolo de uso compasivo. Estos tratamientos se administran solo con el consentimiento informado del paciente (o un miembro de la familia si son demasiado jóvenes o están demasiado enfermos para dar su consentimiento), y se les proporcionan en adición a los cuidados paliativos (hidratación y tratamiento para los síntomas del Ébola, como la diarrea y vómitos) que MSF ofrece a todos los pacientes con esta enfermedad.
«Es un gran alivio poder finalmente ofrecer a los pacientes algo más que cuidados paliativos. Estadísticamente, los pacientes con Ébola tienen menos de un 50% de probabilidades de sobrevivir. Esto es devastador y aterrador para las familias y la comunidad «, concluye Patient.
Fuera de los Centros de Tratamiento de Ébola, nuestros equipos que trabajan en las áreas de Beni, Mangina e Ituri -ubicada entre Mambasa y Makeke (en la frontera con Kivu Norte)- visitan los centros de salud y capacitan al personal sobre cómo hacer un triaje adecuado a las personas con casos sospechosos de Ébola, hacen donaciones de materiales de protección vitales, y establecen áreas de aislamiento donde los pacientes sospechosos de portar el virus pueden ser atendidos de forma segura mientras llega una ambulancia. Los centros de salud en Mangina y Beni que han visto casos positivos también están siendo descontaminados.
«Lamentablemente, en esta epidemia hemos visto al menos a 17 trabajadores de la salud infectados con ébola. El personal sanitario que atiende a pacientes con enfermedades como la malaria y la neumonía, o que ayudan a las mujeres a dar a luz, debe estar protegido por un sistema de triaje adecuado para identificar y aislar a los pacientes con casos sospechosos de Ébola antes de ingresar a un hospital. Esto no solo protegerá a los trabajadores sanitarios, sino también a sus pacientes, y evitará que los centros de salud se conviertan en centros de amplificación para la propagación del virus», concluye Berangère Guais.
Recibimos recientemente la aprobación para comenzar una campaña de vacunación para los trabajadores de primera línea en el eje entre Makeke y Biakato.
Línea del tiempo de nuestra intervención
30 de julio: MSF es informada sobre casos sospechosos de Ébola cerca de Beni/Mangina, en Kivu Norte.
31 de julio: un equipo de MSF de su proyecto en Lubero (a unas 3 horas de camino en auto) llega al lugar con el Ministerio de Salud para investigar.
1 de agosto: El Ministerio de Salud declara un brote de Ébola en Mangina, en Kivu Norte, al noreste de la República Democrática del Congo.
1 al 3 de agosto: MSF se prepara para responder al brote, dentro del plan general del Ministerio de Salud.
6 de agosto: Una unidad de aislamiento de MSF se instala en el centro de salud de referencia, se realizan capacitaciones sobre la utilización del equipo de protección individual, prevención y control de infecciones. MSF también construye una unidad de aislamiento en Beni.
7 de agosto: Los resultados de unos análisis genéticos hechos por el laboratorio nacional confirman que el virus que circula es de la especie Zaire, pero de una cepa diferente a la reportada en el brote de la provincia de Ecuador a principios del año.
8 de agosto: Comienza la vacunación de los trabajadores sanitarios de la primera línea, bajo la supervisión de la OMS. MSF no participa en esta intervención.
13 de agosto: se declara un caso de Ébola en Mambasa, en la región de Ituri. Un equipo de MSF llega al lugar. MSF comienza la descontaminación del centro de salud local en Mangina, así como en otros centros con casos confirmados.
14 de agosto: El Centro de Tratamiento de MSF abre en Mangina (en tiendas de campaña que están a 300m de la unidad de aislamiento).
24 de agosto: MSF comienza a ofrecer medicamentos terapéuticos a los pacientes elegibles en el Centro de Tratamiento de Ébola en Mangina.
28 de agosto: MSF abre un Centro de Tránsito en Makeke.
2 de septiembre: Un equipo de MSF llega a Butembo para investigar una alerta sobre un caso sospechoso en la ciudad.
4 de septiembre: Se confirma el caso en Butembo.
5 de septiembre: El equipo de MSF comienza a instalar un pequeño centro de aislamiento, a ayudar en el transporte de pacientes con casos sospechosos de Ébola a los centros de tratamiento, y a descontaminar las estructuras sanitarias donde han muerto personas con casos confirmados de Ébola.