¿Es la resistencia a los antibióticos un fenómeno nuevo? ¿Y por qué se ha convertido en un problema de salud tan importante?
La resistencia a los antibióticos está aumentando en todas las partes del mundo, pero no es un fenómeno nuevo. Si analizamos la historia del descubrimiento de los antibióticos, ¡la primera resistencia a un antibiótico ocurrió hace casi 100 años!
La resistencia tiene lugar cuando las bacterias que tenemos en el cuerpo encuentran maneras de sobrevivir y resistir a los nuevos antibióticos; un proceso que es natural e inevitable. El motivo por el que es un problema creciente ahora es que, con el paso del tiempo, estas bacterias desarrollan resistencia y comparten sus mecanismos de resistencia con las demás bacterias y, de este modo, acentúan el fenómeno. Concretamente, esto significa que cada vez es más difícil para los médicos encontrar opciones de tratamiento eficaces entre los antibióticos disponibles.
Los investigadores y científicos están intentando crear nuevos antibióticos, pero esto lleva tiempo, mucho más tiempo del que necesitan las bacterias para desarrollar nuevos mecanismos de resistencia. Esto pone en peligro nuestra capacidad para tratar incluso las enfermedades infecciosas comunes, como infecciones de las vías respiratorias superiores o heridas infectadas. Si no se hacen cambios y no se toman medidas urgentes, nos dirigimos a una era posantibióticos, en la que corremos el riesgo de que las infecciones comunes y las heridas menores sean intratables y se vuelvan enfermedades mortales otra vez.
¿Por qué la resistencia a los antibióticos es un problema tan grande en Medio Oriente? ¿Y qué está haciendo Médicos Sin Fronteras al respecto?
La resistencia a los antibióticos es causada por varios factores. El uso no regulado de los antibióticos de venta libre es un factor. Existen muchas otras causas, como las prácticas inadecuadas de control de infecciones; las prácticas de prescripción deficientes; los suministros de antibióticos de mala calidad; la falta de supervisión y herramientas de diagnóstico adecuadas; y la educación insuficiente que proporcionan los médicos a los pacientes, por mencionar solo algunas. En Medio Oriente, muchos de estos factores han estado presentes en los últimas décadas.
Médicos Sin Fronteras lleva adelante varios tipos de proyectos en la región de Medio Oriente: desde proyectos de atención primaria de salud (incluidas la atención pediátrica, la atención de la salud sexual y reproductiva, la atención de enfermedades no transmisibles, etc.) hasta proyectos de atención secundaria de salud (principalmente, proyectos de cirugía reconstructiva para complicaciones crónicas de traumatismos causados por la guerra). En los proyectos de atención secundaria de salud, atendemos a muchos pacientes con infecciones multirresistentes a los medicamentos. Para optimizar su cuidado, intentamos asegurarnos de que se apliquen las medidas de prevención y control de infecciones (IPC, por su sigla en inglés); se implemente una administración estructurada de antibióticos; se proporcione educación y asesoría continuas al paciente; y se facilite el acceso a diagnósticos microbiológicos de buena calidad en nuestros centros de salud.
Cuando Médicos Sin Fronteras abrió su hospital en el este de Mosul, ¿se sorprendió al ver la cantidad de pacientes con resistencia a los antibióticos?
Abrimos nuestro hospital de atención posoperatoria integral en el este de Mosul en abril de 2018. Durante los primeros ocho meses de funcionamiento del hospital, alrededor del 40% de nuestros pacientes fueron ingresados con una infección, principalmente con osteomielitis o heridas crónicas infectadas. De las bacterias que se pudieron aislar, la gran mayoría ya demostraba un patrón de multirresistencia, lo cual reduce de forma automática las opciones de tratamiento.
Tuvimos que usar antibióticos que debieron administrarse por vía intravenosa, lo que dificultó la atención ambulatoria de los pacientes. Implementamos medidas específicas de prevención y control de infecciones y actividades integrales de educación en el paquete de atención de los pacientes. Esperábamos tener pacientes con infecciones multirresistentes a los medicamentos allí, pero la cantidad de casos que hemos visto hasta ahora ha superado nuestros pronósticos iniciales y ha sido bastante preocupante.
¿Qué consecuencias tiene la resistencia a los antibióticos en el tratamiento de un paciente?
Un paciente con una infección resistente a los antibióticos, especialmente una infección multirresistentes a los medicamentos, cuenta con menos opciones de tratamiento con antibióticos, y estas opciones son generalmente más costosas y se encuentran disponibles mayormente como medicamentos por vía intravenosa. No todos los países u hospitales tienen acceso a los costosos antibióticos de «última generación«. Las dificultades para acceder a estos antibióticos son más frecuentes en los países de renta baja y renta media, lo que complica su capacidad de atender a pacientes que necesitan recibir tratamiento.
Además, con los pacientes ingresados al hospital deben tomarse ciertas precauciones (conocidas como «precauciones de contacto» para aislarlos de los demás) con el fin de prevenir que las bacterias multirresistentes a los medicamentos se transmitan a otros pacientes. El aislamiento tiene un impacto en su salud mental y, por este motivo, es sumamente importante que los pacientes entiendan qué es la resistencia a los antibióticos y por qué necesitan este tratamiento. Nuestros equipos de salud mental y de actividades de promoción de la salud hacen todo lo posible para ayudarlos a sobrellevar esta situación.
¿Cuál es la mejor forma de prevenir la resistencia a los antibióticos?
Es posible tomar medidas para prevenir o limitar la incidencia de la resistencia a los antibióticos en todos los niveles. Por ejemplo, siempre les recomendamos a los pacientes que usen antibióticos únicamente cuando se los recete un profesional de la salud y que nunca compartan ni utilicen antibióticos sobrantes. También resaltamos la importancia de seguir reglas básicas de higiene (lavarse las manos, cubrirse la boca cuando tosen, etc.); y esto es tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud. Además, el personal médico debe tomarse el tiempo para educar a los pacientes sobre cómo prevenir infecciones, qué es la resistencia a los antibióticos, cómo tomar los antibióticos de forma correcta y cuáles son los peligros de usarlos de manera indebida.
En un nivel más global, es importante poner en marcha un plan de acción para abordar la resistencia a los antibióticos: mejorar la supervisión de las infecciones resistentes a los antibióticos; reforzar las políticas y los programas, e implementar medidas de prevención y control de infecciones; regular y promover el uso y desecho adecuados de medicamentos de calidad; y, en términos más generales, concientizar a la población sobre el impacto de la resistencia a los antibióticos. La industria de la salud debe, también, invertir más en la investigación y el desarrollo de nuevos antibióticos, vacunas, diagnósticos y otras herramientas. No debemos esperar hasta que sea demasiado tarde para abordar este grave problema de salud.