Rutas y campos minados: un riesgo cotidiano para la población civil en Yemen

Agnes Varraine-Leca/MSF

Las rutas y campos del suroeste de Yemen esconden miles de minas y explosivos improvisados. Las víctimas son casi siempre los civiles, que mueren o resultan heridos de gravedad. Todos los días se oye una explosión. Estas son las historias de algunos de nuestros pacientes en nuestro hospital quirúrgico en Moca.

Un niño herido en Mauza

Un niño herido por una mina en Mawza en la sala de emergencias.

Un niño herido por una mina terrestre en Mauza está esperando en la sala de urgencias de nuestro hospital quirúrgico en Moca. Fue herido el 13 de diciembre con otros tres miembros de su familia. Dos de ellos llegaron muertos al hospital. Tenía metralla en el cerebro, en el brazo y en la cara. Fue trasladado a Adén para que le realizaran una tomografía computarizada.

Yusef, 18 años

Joven de 18 años en un cama del hospital de trauma de MSF. Fue herido por una mina cerca de Al Hudayda, Yemen.

Yusef Ahmad, 18 años. Resultó herido por una explosión de mina mientras conducía cerca de Kilo 16, en Hudaida. Perdió el conocimiento tras la explosión de su coche y fue trasladado a nuestro hospital quirúrgico en Moca, donde le amputaron el antebrazo derecho. Después fue sometido a una laparotomía para extraer la metralla de su abdomen. Yusef ha acabado hace poco el colegio.

Amarah, 5 años

Amarah, 5 años, en el hospital quirúrgico en Mocha. Fue herida por una mina terrestre.

Amarah, 5 años. Resultó herida por una mina terrestre mientras jugaba con cuatro amigos (tres niñas y un niño), y cuidaba de sus ovejas en un campo cercano a su casa, en Duba. La pequeña vio un objeto con números: cuando lo tocó, la mina explotó. La explosión hirió a las cuatro niñas y mató al niño. Amara tiene múltiples heridas en el lado derecho de su cara, su abdomen, su pierna izquierda (fractura abierta). «Sabemos que hay minas en el área, pero no sabemos exactamente dónde».

Sultan, 35 años

Sultan Ahmad, de 35 años, panadero herido por una mina.

Sultan Ahmad, de 35 años, es un panadero que vive en Wazeyá, en la gobernación de Taiz. Está casado y tiene tres hijas y dos hijos. El 2 de diciembre, fue a un mercado de Mocha para comprar comida y la planta qat. «Alguien pisó un artefacto explosivo en el mercado, tal vez una mina terrestre, y escuché una fuerte explosión». Murieron seis personas, entre ellas el vecino de Sultan. Sultan resultó herido, tenía fragmentos de mestalla en su pie derecho y su abdomen.

Alí, 18 años

Ali, 18 años, en su sesión de fisioterapia en Mocha. Tuvieron que amputarle una pierna tras pisar una mina.

Alí, 18 años. Iba a reunirse con su amigos cerca de su casa en Mauza, un pueblo rural a unos 45 minutos de auto de Mocha. Como llegaba tarde, comenzó a correr y, de repente, explotó una mina. Siempre era muy cuidadosoporque sabe que las minas terrestres fueron enterradas en el área cuando las fuerzas militares se retiraron, hace unos meses. Pero no hay señales específicas que indiquen su presencia en esta zona. Su pierna derecha fue amputada por debajo de la rodilla, su pierna izquierda ya estaba debilitada por las secuelas de la polio que contrajo de chico. Ahora viene dos veces por semana a nuestro hospital en Mocha para las sesiones de fisioterapia con Faruk (en la foto, el de la izquierda). Tarda una hora y media en llegar desde su casa.

Un paciente con una pierna amputada por la explosión de una mina en sesión de fisioterapia.

Nasser, 14 años

Naser, de 14 años, y su padre Mohamed Abdu, vienen de Mafraq al Muká, a una hora en coche de la ciudad de Moca. El 7 de diciembre, Naser cuidaba de sus ovejas con su tío y su primo, y planeaban ir a la montaña. Naser pisó una mina ubicada en un campo. Él y su tío fueron heridos por la explosión. Naser sufrió múltiples heridas y se le amputó el pie derecho justo después de llegar al hospital. «No había más hueso, no podíamos salvar nada y evitar la amputación», explica Faruk, fisioterapeuta.

H.

Herido por la explosión de una mina cerca de Mauza.

H. fue herido hace 8 meses por una mina en un campo cerca de Mauza, mientras iba a visitar a su padre para darle combustible. Fue trasladado directamente a Adén: en ese momento, ningún centro médico ofrecía atención quirúrgica en el área. Mauza está ubicada en la gobernación de Taiz, a 45 minutos en coche al este de la ciudad de Mocha. Esta es una zona muy pobre y rural: las personas dependen de la cosecha de la tierra para comer y ganar dinero.

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