En la mañana del pasado martes 2 de abril, un grupo de hombres armados amenazó a los guardias y al personal médico del hospital de emergencias de traumatología en Adén. A continuación, los asaltantes entraron en el centro y secuestraron a un paciente que había sido admitido el día anterior y que estaba a la espera de una operación quirúrgica. Horas más tarde del asalto, el cadáver del paciente fue hallado en el barrio de Al Mansoura.
Este es uno más en una serie de incidentes de seguridad y amenazas que han afectado desde el inicio de 2019 tanto a pacientes como a los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el hospital de Adén. En este caso, se produce además en un momento en que el centro está especialmente lleno a causa del reciente incremento de la violencia en la región.
“A raíz de este incidente no hemos tenido más opción que suspender temporalmente los ingresos hospitalarios”, afirma la responsable de operaciones de MSF en Yemen, Caroline Seguin. “Debido a la escalada de violencia, el hospital ha estado funcionando en las últimas semanas a plena capacidad, especialmente las emergencias y la unidad de cuidados intensivos”, detalla.
“La suspensión de ingresos hospitalarios tiene lugar en un momento crítico para los pacientes y sus familiares, que llegan hasta aquí tanto de Adén como de las gobernaciones de Hodeida y Taiz, desde donde cada día recibimos a personas con heridas de guerra que necesitan ser operadas de manera urgente. Estamos muy preocupados por la situación de seguridad en Adén, que es cada vez peor, y por las consecuencias sobre nuestras actividades médicas. Incidentes como este ponen en peligro las vidas de los pacientes y del personal”, afirma Seguin.
Los equipos de MSF trabajan en el hospital de Al Sadaqah desde 2012. En estos años, se han realizado más de 30.000 consultas de urgencia a pacientes llegados de diversas regiones afectadas por el conflicto, incluyendo las gobernaciones de Abyan, Taiz y Hodeida. Durante la batalla de Adén en 2015, este hospital de MSF fue una de las pocas instalaciones quirúrgicas que continuaron funcionando en Adén. Entre marzo y agosto de ese año, los equipos de MSF en este hospital trataron más de 2.800 pacientes con heridas de guerra. En esos meses, MSF también puso en marcha un puesto avanzado de emergencia y clínicas móviles capaces de realizar cirugías básicas para estabilizar a los heridos y aumentar así sus posibilidades de sobrevivir.
En 2018, MSF incrementó hasta 104 el número las camas de este hospital para dar respuesta a la creciente llegada de heridos a raíz de la ofensiva en Hodeida. Durante ese año, los equipos de MSF atendieron más de 6.000 consultas de urgencia y realizaron 5.400 cirugías, el 90% de ellas por heridas de guerra.