El nuevo coronavirus (CoV) es una nueva cepa de coronavirus que no se había identificado previamente en el ser humano. El nuevo coronavirus, que actualmente se conoce con el nombre de Covid-19 no se había detectado antes de que se notificara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.
¿Qué es el coronavirus?
La enfermedad se llama COVID-19 (abreviatura de la enfermedad del nuevo coronavirus que surgió en 2019). Es causada por un virus que se descubrió a principios de enero en China y se identificó como miembro de la familia de los coronavirus.
El virus parece transmitirse a través de gotas que se propagan al toser y pueden ser respiradas o infectar superficies que las personas tocan. Este virus afecta el sistema respiratorio.
Los síntomas principales incluyen:
- Debilidad general
- Fiebre
- Tos
- A veces, en un estadío más avanzado, neumonía y dificultad para respirar.
Las secreciones nasales y los estornudos, que a menudo se ven en otras enfermedades respiratorias como la gripe o un resfriado, están ausentes en los pacientes con COVID-19.
¿Qué se sabe sobre el virus del coronavirus “SARS-CoV-2”?
El virus fue identificado a principios de enero por científicos chinos y ahora se llama SARS-CoV-2, debido a sus similitudes con el virus que causa el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo). El nombre de la enfermedad causada por este nuevo virus es COVID-19.
Los coronavirus son una gran familia de virus, la mayoría de los cuales son inofensivos para los humanos. Se sabe que cuatro tipos causan resfriados y otros dos tipos pueden causar infecciones pulmonares graves (SARS y MERS) similares a COVID-19.
Como todos los virus, el SARS-CoV-2 necesita células de seres vivos para multiplicarse. Este virus parece apuntar a las células de los pulmones, y posiblemente a otras células del sistema respiratorio también. Las células infectadas por el virus producirán más partículas de virus, que luego se pueden transmitir a otras personas al toser, por ejemplo.
¿Es peligroso el nuevo coronavirus (la enfermedad COVID-19)?
Nuestra comprensión del virus y la enfermedad todavía está evolucionando. Las últimas estimaciones indican que el 80% de las personas que se infectan solo sufrirán una forma leve de la enfermedad. El 15% desarrollará una forma severa de la enfermedad, que requerirá hospitalización. Alrededor del 5% desarrollará la forma más grave de la enfermedad. Los sistemas de atención médica sofisticados pueden curar incluso a los pacientes más críticos, pero el peligro es que los sistemas sanitarios se vean abrumados por la gran cantidad de pacientes que serán hospitalizados, y que por lo tanto esos pacientes no puedan acceder a ese nivel de atención.
Está claro que también hay personas infectadas que no muestran o casi no presentan síntomas de la enfermedad. No hay buenas estimaciones de qué porcentaje de infecciones representan estas personas asintomáticas o pauci-sintomáticas del número total de infecciones.
La enfermedad parece más peligrosa para las personas mayores o las personas que padecen otras infecciones o dolencias, como suele suceder en el caso de las enfermedades infecciosas. Más del 80% de las personas que murieron de COVID-19 tenían más de 60 años y más del 75% tenían afecciones médicas subyacentes. Los niños, por otro lado, parecen estar menos afectados por la enfermedad. Las tasas de mortalidad varían mucho de un lugar a otro, por lo que es difícil hacer un comentario general sobre cuán mortal es COVID-19.
¿El nuevo coronavirus es muy contagioso?
Nuestra comprensión del virus (SARS-CoV-2) y la enfermedad (COVID-19) todavía está evolucionando. Sabemos con certeza que el virus puede transmitirse cuando una persona enferma tose. Pero parece que también puede transmitirse por personas infectadas que no tienen síntomas.
Esto no hace que la enfermedad sea más contagiosa per se, pero hace que sea mucho más difícil tener una idea clara de cómo se está propagando. Se desconoce qué porcentaje de todas las infecciones constituyen estas infecciones «asintomáticas».
Al día de hoy [8 de abril de 2020] se han reportado más de 1.279.722 personas infectadas en más de 200 países; este virus ya se ha extendido ampliamente. Muchos países informan cifras exponencialmente crecientes de nuevos casos, por lo que el virus claramente tiene el potencial de propagarse rápidamente. Pero aún se desconocen muchos detalles sobre la infectividad del virus (cuánto tiempo puede sobrevivir en diferentes circunstancias fuera del cuerpo humano, cuántas partículas virales se requieren para una infección, etc.).
¿Cómo puedo evitar contagiarme con el nuevo coronavirus?
Es importante protegerte a ti mismo y a las demás personas. Al igual que con otros coronavirus, la infección por gotas parece ser el principal modo de transmisión. El virus ingresa al cuerpo humano a través de la boca o la nariz. Esto puede suceder al respirar gotas infectadas o al tocar con las manos una superficie en la que las gotas han aterrizado, y luego tocarse la boca o la nariz. Por lo tanto, las medidas simples de control de infecciones, como el lavado de manos y el seguimiento de métodos adecuados al toser o estornudar (cubrirse la nariz y boca con la parte interior del codo al toser y estornudar), son efectivas e importantes para la prevención.
La higiene de las manos es primordial, así que lávate las manos frecuentemente con agua y jabón. Usa suficiente jabón y asegúrate de lavar todas las partes de ambas manos. Pasa al menos 20 segundos lavándote las manos. Si no hay suciedad visible en tus manos, el alcohol en gel también es una buena opción.
En lugares con transmisión local del virus, se aconseja el distanciamiento social. A medida que el virus se transmite de persona a persona, no estar demasiado cerca de otra persona puede prevenir infecciones. Evita lugares llenos de gente y grandes reuniones.
Si toses o estornudas, cúbrete la boca y la nariz con un pañuelo de papel o con la parte interior del codo. Coloca los pañuelos usados en el contenedor de basura de inmediato y lavate las manos.
Dados los problemas actuales con el suministro de barbijos y otros equipos de protección, se debe priorizar al personal de salud.
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¿Qué está haciendo Médicos Sin Fronteras en relación al COVID-19?
Los programas médicos de MSF apoyan a comunidades extremadamente vulnerables en todo el mundo. Es esencial proteger a los pacientes y a los trabajadores de la salud en esos países, por lo que nuestros equipos médicos se están preparando para posibles casos de COVID-19 en nuestros proyectos, y evaluando con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Ministerios de Salud la forma en que MSF podría brindar ayuda en caso de una alta carga de pacientes con COVID-19.
Además, estamos brindando apoyo en algunos de los países más afectados actualmente, como Italia y España. Allí, nuestras actividades se centran en aumentar la capacidad de los hospitales, compartir nuestra experiencia de trabajo en distintos brotes epidémicos, y enfocarnos en las personas más vulnerables: migrantes, personas en situación de calle o de la tercera edad.
En este mapa podés encontrar información detallada de nuestras actividades relacionadas al nuevo coronavirus en cada país.
Dado el tamaño de esta pandemia, la capacidad de MSF para responder en la escala requerida será limitada. Las intervenciones que podremos hacer dependerán de la naturaleza del brote, pero también de nuestra capacidad de despliegue y recursos disponibles.
¿Cuáles son los principales desafíos para MSF?
Queremos asegurarnos de que podremos continuar garantizando la atención de todos los pacientes con los que trabajamos hoy, y que nuestros equipos médicos están preparados para manejar casos potenciales de COVID-19.
Es importante recordar que, cada día, nuestros equipos tratan a cientos de miles de pacientes por una gran variedad de dolencias. Si hay que atender una gran afluencia de personas por COVID-19, otros pacientes con otras enfermedades no podrán ser tratados por la falta de camas y profesionales disponibles. Por eso también necesitamos asegurarnos de que podemos continuar brindando atención médica adecuada y que salve vidas en nuestros otros proyectos en curso.
Esto es un desafío porque las restricciones actuales de viaje están limitando nuestra capacidad de trasladar personal entre diferentes países. También existe una presión global sobre la producción de algunos suministros médicos, en particular equipos de protección personal especializados para trabajadores de la salud.
Nuestros proyectos aún pueden continuar con las actividades médicas, pero es preocupante determinar los suministros futuros de ciertos artículos clave, como máscaras quirúrgicas, hisopos, guantes y productos químicos para el diagnóstico de COVID-19. También existe el riesgo de escasez de suministros debido a la falta de producción de medicamentos genéricos y las dificultades para importar medicamentos esenciales (como antibióticos y medicamentos antirretrovirales) debido a bloqueos, limitaciones en la exportación y producción reducida de insumos básicos.