A medida que el número de personas contagiadas por COVID-19 aumenta exponencialmente en muchos países de Europa, ahora el epicentro de la pandemia, instamos a los Estados miembros de la Unión Europea (UE) a demostrar solidaridad más allá de sus fronteras y enviar con urgencia suministros médicos esenciales, incluidos equipos de protección, empezando por mascarillas, para el personal médico allí donde sean más necesarios.
En Italia, donde hemos empezado a apoyar a cuatro hospitales ubicados en el epicentro del virus, la escasez de equipos de protección personal es cada vez mayor, dejando expuesto al personal sanitario de primera línea.
La falta de equipos de protección no hace otra cosa que alimentar la epidemia y obstaculizar la capacidad de salvar vidas. Casi 1.700 trabajadores sanitarios -el 8% del total de casos de COVID-19 en Italia- se infectaron mientras atendían incansablemente al creciente número de pacientes gravemente enfermos que requieren hospitalización a largo plazo y cuidados intensivos especializados.
“Incluso en los hospitales europeos de alto nivel vemos que los trabajadores sanitarios están saturados, atendiendo hasta 80 ambulancias al día, con una dramática escasez de equipos de protección que los pone en gran riesgo. Algunos médicos se ven obligados a usar la misma mascarilla durante 12 horas”, dice la doctora Claudia Lodesani, nuestra presidenta en Italia y quien lidera la respuesta al COVID-19 de MSF en ese país.
“Todos los días estamos recibiendo nuevas llamadas de ayuda solicitando más personal y más suministros. Sin la cantidad necesaria de equipos de protección, cada vez más urgentes, más trabajadores de la salud se enfermarán, lo que reducirá la disponibilidad de atención a pacientes, generando nuevos cúmulos de casos y debilitando peligrosamente la lucha contra el virus», añade Lodesani.
En este momento de la crisis, ningún país puede hacer frente ni producir los suministros que necesita por sí solo. Los Estados miembros deben implementar con urgencia los mecanismos de solidaridad establecidos por la Unión Europea. Deben compartirse recursos para combatir esta pandemia. “Hoy es Italia la que necesita urgentemente suministros de equipos médicos para proteger a los trabajadores de la salud, pero en unas pocas semanas, pueden ser otros países. Junto al aumento de producción, los gobiernos europeos deben garantizar que los suministros puedan enviarse fácilmente a los puntos críticos donde afecta el virus», dice Brice de le Vingne, jefe de nuestro grupo de trabajo sobre el COVID-19 en Bruselas.
«Mientras tanto, las amenazas de cierre de fronteras pueden afectar a flujo de recursos y personal hacia las áreas más afectadas».
Cooperación entre países
Médicos Sin Fronteras urgimos a una cooperación entre los estados para evitar el almacenamiento de suministros. Además, se debe ofrecer asistencia a través de las fronteras para proteger a los trabajadores de la salud que son la primera línea de respuesta contra el virus.
«Este virus no respeta fronteras. La solidaridad debe extenderse más allá de ellas», dice de le Vingne. «El COVID-19 continúa extendiéndose, y cada país enfrentará el mismo desafío a menos que el epicentro de la pandemia se aborde con un fuerte esfuerzo común».
Además de reforzar los hospitales y la atención individual de los pacientes, es primordial impulsar las medidas estándar de salud pública que han demostrado ser eficaces para controlar otros brotes de enfermedades infecciosas. Esto incluye la búsqueda proactiva de casos y el rastreo de contactos, pruebas, aislamiento de pacientes, aislamiento de contactos de alto riesgo, movilización de la ciudadanía para prevenir la transmisión posterior y un estricto triaje de pacientes leves y severos en los hospitales.
Individualmente debemos seguir estrictamente las medidas claves de higiene y de distanciamiento social para reducir la curva de la epidemia y evitar así que los hospitales se saturen y se garantice el acceso a los servicios médicos. Todo esto es necesario para controlar la epidemia y minimizar la pérdida de vidas, tanto de los pacientes con COVID-19 como de todos los demás heridos y enfermos que requieren atención médica.