Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) urgimos a los líderes del mundo que exijan a las corporaciones farmacéuticas que se comprometan a vender cualquier posible futura vacuna COVID-19 a un costo fijo, ya que Gavi, la Alianza de Vacunas, se prepara para lanzar un mecanismo global para negociar con las corporaciones sobre tales vacunas, y hace un llamado a los gobiernos a crear un fondo para comprar estos insumos para los países en desarrollo. El fondo se lanzará al margen de la tercera conferencia de donantes para Gavi que se realizará el jueves. Gavi se creó hace 20 años para pagar las vacunas en los países más pobres del mundo.
Varios jefes de estado ya se han referido a las futuras vacunas COVID-19 como «bienes públicos globales» y «la vacuna del pueblo». Pero aún no se ha determinado cómo estas importantes declaraciones políticas se verán reflejadas en planes concretos para comprar futuras vacunas para el COVID-19. Gavi está intentando llenar estas brechas con el lanzamiento de un mecanismo para ampliar la capacidad de fabricación de vacunas potencialmente exitosas, así como su financiamiento, para un conjunto de países en desarrollo.
Aún se sigue discutiendo la forma en que los gobiernos distribuirán la vacuna de manera equitativa y cómo garantizarán una priorización de forma transparente y objetiva; la Organización Mundial de la Salud está liderando un proceso para desarrollar un marco global de asignación equitativa. Desde MSF advertimos que el éxito de tales esfuerzos dependerá de que los gobiernos se adhieran a este marco y pongan el bien común por encima de los intereses nacionalistas individuales.
«Los gobiernos y Gavi necesitan exigir que las farmacéuticas abran sus libros para que podamos ver cuánto costará producir en realidad las vacunas contra el COVID-19», aseveró Kate Elder, Responsable sobre Políticas de Vacunas para la Campaña de Acceso de MSF.
«Todos parecen estar de acuerdo en que no podemos aplicar los principios habituales de negocios aquí, un principio en el que los mejores postores pueden proteger a su gente de esta enfermedad primero, mientras que el resto del mundo se queda atrás. Los gobiernos deben garantizar que las futuras vacunas COVID-19 se vendan al costo adecuado y sean accesibles para todo el mundo».
Hasta la fecha, los gobiernos y las organizaciones filantrópicas han otorgado más de 4.4 mil millones de dólares a corporaciones farmacéuticas para investigación y desarrollo de vacunas contra el COVID-19. Sin embargo, en general no se han incluido condiciones de acceso o asequibilidad como condición previa para ninguno de esos fondos.
El fondo para las vacunas contra el COVID-19 que está trazando Gavi tiene como objetivo recaudar miles de millones para pagar una mayor capacidad de producción para futuras vacunas y asegurar un precio adecuado, pero no hay garantía alguna de que las empresas farmacéuticas cobren precios asequibles.
Un fondo creado por Gavi, la Fundación Gates, el Banco Mundial y otros en 2009 para pagar las vacunas contra la neumonía sufrió a causa de las compañías farmacéuticas, pues éstas exigieron un precio relativamente alto por la vacuna, dejando así que los gobiernos de los países en desarrollo se hicieran cargo de pagar una vacuna a precios inaccesibles y a largo plazo.
A pesar de un subsidio de 1.5 mil millones de dólares, que se distribuyó en gran medida a Pfizer y GlaxoSmithKline en un intento por asegurar un suministro suficiente de sus vacunas contra la neumonía para los países en desarrollo, hubo escasez del suministro en el transcurso de esta iniciativa de financiación. Además, las organizaciones humanitarias como MSF y otras organizaciones no gubernamentales quedaron completamente excluidas del mecanismo.
Debido a esto, MSF no pudo acceder a las vacunas contra la neumonía al precio negociado por Gavi sino hasta 2017, después de que MSF pasara años haciendo campaña para acceder al precio mundial más bajo para las vacunas contra la neumonía. Es necesario aprender lecciones de esa experiencia: es crucial establecer un precio desde el principio, porque una vez que se acuerdan los precios, Gavi no ha estado en una posición sólida para negociar precios más bajos más adelante.
«Podemos anticipar que desde el inicio la demanda global superará la capacidad de suministro de futuras vacunas contra el COVID-19», aseveró el Dr. Sidney Wong, Director de la Campaña de Acceso de MSF.
«Si bien es alentador que tantos líderes mundiales hayan afirmado que las futuras vacunas serán bienes públicos mundiales, existe una preocupación real de que los intereses nacionalistas puedan generar una lucha por quién puede comprarlas primero. Los gobiernos y Gavi deben adherirse a un sistema de asignación global transparente y objetivo que, como mínimo, priorice el acceso a las vacunas para los trabajadores de la salud en la primera línea y para las personas con mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave en todo el mundo.
En nuestro trabajo en todo el mundo, desde MSF hemos sido testigos de que muchas personas sufren y mueren de enfermedades debido a la ausencia de herramientas médicas asequibles. Mientras esperamos ansiosamente una vacuna eficaz contra el COVID-19, asegurémonos de que la historia no se repita. Debemos confiar el uno en el otro para hacer lo correcto, y los gobiernos y la sociedad civil tendrán que pedir cuentas a cada país”.