Por Beatrice Lau, coordinadora general de las operaciones de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Libia y de las operaciones de búsqueda y rescate.
Durante más de tres años, la Unión Europea (UE) ha hecho todo lo posible para reforzar la capacidad de la Guardia Costera libia en un intento de mantener a los refugiados y migrantes fuera de Europa. Durante años, han tratado de darle la vuelta a esto y presentarlo como un esfuerzo para ‘salvar vidas’ y apoyar la ‘búsqueda y rescate’, a pesar de ser plenamente conscientes de las horribles condiciones que refugiados y migrantes se ven obligados a soportar en Libia. La semana pasada, lo hicieron de nuevo cuando presentaron con orgullo dos barcos de la Guardia Costera que fueron entregados de vuelta a Libia tras ser reparados con financiación de la UE.
Sin embargo, mientras la UE y sus líderes estaban ocupados tratando de convencernos de que están salvando vidas, este fin de semana 390 hombres, mujeres y niños que intentaban desesperadamente huir de Libia, eran interceptados y devueltos por la Guardia Costera del país. Nuestro equipo en Trípoli facilitó atención médica a 22 mujeres y niños que fueron interceptados en el mar y regresaron el sábado. Este grupo se suma a los más de 9.000 refugiados y migrantes que han sido interceptados y devueltos a Libia en lo que llevamos de año.
En su nuevo Pacto por las Migraciones, la UE afirmó que adoptará ‘un enfoque humano y humanitario’ y que ‘salvar vidas en el mar no es opcional’. Preguntamos a los líderes de la UE qué hay de humano en hacer todo lo que pueden para bloquear y criminalizar los barcos de búsqueda y rescate de las ONG mientras que, al mismo tiempo, ofrecen apoyo incondicional a unos guardacostas que devuelven por la fuerza a refugiados y migrantes al país que la misma UE admite que no es seguro para ellos. Las horribles condiciones y los abusos que sufren refugiados y migrantes en Libia están bien documentados.
Ni siquiera la UE, con toda su hipocresía y giros, lo puede negar.
Las acciones y los hechos son más elocuentes que las palabras vacías. A menos que la UE suspenda su apoyo a la Guardia Costera libia, cualquier discurso sobre salvar vidas y un enfoque humano es simplemente una retórica hipócrita y vacía.