Tras el asesinato de uno de nuestros trabajadores y las heridas sufridas por otros tres en el campo de desplazados de Al Hol, en el noreste de Siria, desde Médicos Sin Fronteras (MSF) expresamos nuestra conmoción y tristeza por estos incidentes y nuestra profunda preocupación por la inseguridad a la que se enfrentan los residentes del campo, dos tercios de los cuales son niños y niñas.
Durante la noche del 24 de febrero, un miembro de nuestro equipo fue asesinado en la tienda de campaña donde vivía. Tres días después, la hija de otro de nuestros trabajadores falleció durante un incendio accidental en una boda que se celebraba en el campo, en el que tres integrantes de nuestro personal también resultaron heridos.
“Durante la noche del 24 de febrero, nuestro colega estaba fuera de servicio con su familia cuando fue asesinado”, afirma Will Turner, nuestro coordinador de Emergencias para Siria.
“Estamos tratando de entender mejor las circunstancias que rodearon su muerte. Estamos brindando apoyo a la familia durante este momento tan difícil y damos nuestro más sentido pésame a sus seres queridos”.
El segundo incidente ocurrió la noche del 27 de febrero al producirse un incendio en una tienda de campaña, donde varias personas se habían reunido para celebrar una boda, cuando un niño golpeó accidentalmente un calentador de diésel.
El fuego se extendió a las tiendas contiguas. Al menos siete personas murieron en el incendio, incluida la hija de 4 años de uno de nuestros trabajadores. Alrededor de 30 personas resultaron heridas, entre ellas tres miembros de nuestro personal y varios de sus familiares.
Muchos de los heridos fueron trasladados a hospitales de la ciudad de Al-Hassakeh para recibir tratamiento, aunque existe confusión sobre quién fue remitido a qué hospital y se desconoce el número total de personas heridas.
“Solo quiero saber dónde está mi hijo”, confiesa un miembro del personal de MSF que recibe tratamiento en al Hassaké, pues no ha podido obtener información sobre otros familiares heridos. “Sólo puedo pensar en mi familia”.
La situación de seguridad y falta de protección en el campo de Al Hol ha sido inaceptable durante los últimos dos años. Este año la situación se ha deteriorado aún más, con más de 30 muertes desde enero. La mayoría fueron asesinados con armas de fuego, otros se vieron atrapados en medio de fuego cruzado, murieron por heridas de arma blanca o a consecuencia de accidentes evitables.
En la segunda quincena de enero, cuatro víctimas de disparos, de dos incidentes violentos con arma de fuego separados, incluida una madre y un niño, fueron atendidas en nuestra clínica en el campo donde tratamos desnutrición infantil.
Como resultado del empeoramiento de la situación de seguridad en Al Hol, nos hemos visto obligados a suspender temporalmente nuestra actividades externas en el campo, incluyendo la atención médica en las tiendas de campaña y algunas actividades de agua y saneamiento.
Los trágicos incidentes recientes demuestran el coste humano de la violencia y las condiciones de inseguridad en las que viven los residentes del campo Al Hol está bajo el control de las autoridades locales y las fuerzas de seguridad que impiden que la mayoría de las personas abandonen el perímetro del campo.
“Las personas están siendo asesinadas con una frecuencia brutal, a menudo en las tiendas de campaña donde viven”, explica Turner. “Muchos de las personas asesinadas dejan atrás a niños y niñas que no tienen a nadie más que les cuide. Las autoridades tienen la responsabilidad de brindar seguridad y protección a estas personas en todo momento. Este no es un lugar seguro y ciertamente no es un lugar adecuado para que los niños y niñas crezcan. Esta pesadilla debe terminar”.
Pedimos a la comunidad internacional y a los países con ciudadanos en el campo de Al Hol que asuman la responsabilidad de encontrar soluciones a largo plazo para las personas que viven allí, soluciones que deben ser voluntarias y estar en consonancia con las normas legales internacionales, incluido el Derecho Internacional Humanitario y los derechos humanos.